La policía desactiva dos bombas de ETApm en el centro de Barcelona

La policía de Barcelona localizó y desactivó, entre las cero horas y la una de la madrugada, dos artefactos explosivos colocados por la organización terrorista ETApm en el centro de la ciudad. El primer artefacto fue descubierto en los jardines existentes frente el Gobierno Militar, y el segundo, en el club militar San Jorge, en el número 18 de la plaza de Cataluña.

Hacia las doce menos cuarto de la noche fueron desactivados unos 300 gramos de Goma 2 frente al Gobierno Militar, en un parterre existente entre la puerta de la Paz y el final de las Ramblas. En esta zona se encontraron dos artefactos, uno de ellos dispuesto como cebo. La operación de búsqueda, en la que intervinieron fuerzas del Cuerpo Superior de Policía y un equipo de artificieros, auxiliados por perros especialmente adiestrados, duró unos 20 minutos, y el trabajo de desactivación, cinco. El tráfico por el paseo de Colón y parte de las Ramblas fue interrumpido mientras se realizaban las investigaciones. Posteriormente fue detenido el tráfico en la plaza de Cataluña, donde a primera hora de esta madrugada la policía desactivó el explosivo descubierto en el club militar San Jorge.La búsqueda de los artefactos se inició a raíz de la información proporcionada a la policía por el Gobierno Civil tras la celebración, ayer por la tarde, de una conferencia de prensa por parte de ETApm en Hendaya. ETApm insistió en que había colocado seis bombas en otras tantas zonas céntricas de Barcelona e incluso señaló, sobre mapas que distribuyeron los miembros de la organización terrorista, algunos de los puntos concretos en que éstas se encontraban. Por su parte, el jefe superior de Policía de Barcelona, Agustín Linares, declaró, en una conferencia de prensa convocada a las siete de la tarde, que se habían efectuado registros en las zonas indicadas por ETApm sin que fueran localizados los explosivos. "O las bombas no existen o no las hemos encontrado aún", afirmó. Una vez finalizada la conferencia de prensa, un redactor de EL PAÍS se personó en los dos lugares donde fueron desactivados más tarde los artefactos, sin que nada pareciera indicar que existía alguna vigilancia policial.

Página 11