Lenta transferencia

Un profesor de instituto que pasa sus vacaciones en esta capital, que no es aquella en la que está destínado, a fin de aproximar fondos que puede necesitar, ingresa en una sucursal de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid (en la que tiene una libreta de ahorros) un talón de 18.000 pesetas, contra su cuenta en la Caja de Ahorros de Alicante, que es aceptado (salvo buen fin) el día 14 de julio de este año, y el día 1 de agosto se le niega el reintegro de una cantidad determinada porque no ha llegado aún la remesa correspondiente a ese talón.A través de la agencia de la Caja de Alicante en Madrid, recibe ese mismo día el extracto de su cuenta corriente en Alicante, y el citado talón aparece cargado en su cuenta con fecha 19 del mismo mes, por lo que vuelve a la Caja de Madrid para que le expliquen dónde puede estar ese dinero que salió de Alicante con fecha 19 de julio y no ha llegado el 1 de agosto, y entonces un amable funcionario le explica que las cajas tienen un margen de seguridad para estas operaciones de 20 días, y aunque este talón ha dado resultado mucho antes, sigue sometido a ese período de hibernación, por lo que aún no se le puede abonar, aunque, dicen, está contabilizado.

El profesor, que, claro, es de letras, no entiende muy bien todo esto, cuando a él le han hablado de un servicio especial de las Cajas de Ahorro Confederadas por el cual estas operaciones se agilizaban y, sobre todo, no entiende cómo una institución de crédito, sea lo que sea, puede retener un dinero que pertenece al cliente, que ella ya ha recibido, con el pretexto de una salvaguardia que, en este caso, no tiene razón de ser. A primera vista parece abusivo y es difícil explicarlo racionalmente. Doctores tienen las instituciones de crédito que lo podrán explicar, pero ya es hora de que la agilidad y la transparencia dominen en estas operaciones. /