Reagan asegura que ha logrado importantes avances en el terreno de los derechos humanos
El presidente Ronald Reagan manifestó el lunes que su Administración ha alcanzado logros excepcionales en el terreno de los derechos civiles y de la mujer. En sus declaraciones ante 8.000 miembros del Colegio de Abogados, Reagan mantuvo que los pobres tienen más que ganar con el desarrollo económico que con la ayuda directa del Gobierno. Su dicurso fue acogido, sin embargo, con reticencias por parte de líderes negros y asociaciones feministas.
Reagan defendió también sus nombramientos para la comisión norteamericana sobre derechos civiles y consideró ridículas las afirmaciones según las cuales sus gestiones para reemplazar a tres miembros de la citada comisión podrían restarle independencia a ésta.La comisión para los derechos civiles en EE UU es una agencia bipartidista e independiente, encargada de realizar informes sobre el estado de la discriminación social en el país. La comisión no detenta poderes ejecutivos, pero ha mostrado muy a menudo sus discrepancias ante la política de la Administración.
"Los presidentes Johnson y Carter también nombraban a personas que reflejasen sus puntos de vista en relación con la consecución de un objetivo común sobre los derechos civiles de todos los norteamericanos", dijo el presidente Reagan.
Las críticas contra el intervencionismo del presidente en los nombramientos se basan en que, a pesar de que los anteriores presidentes se inmiscuían en la composición de la comisión, siempre esperaban a que se produjese una vacante para designar un nuevo, miembro.
Por otra parte, Reagan resaltó en su discurso que su Administración "jamás seleccionaría a sus funcionarios por criterios de sexo, raza o religión", y destacó la satisfacción que le producía el haber designado a una mujer para el Tribunal Supremo, tres para su Gabinete y muchas más que en cualquier Administración anterior para altos cargos.
El discurso del presidente provocó una calurosa acogida. entre los miles de letrados que participaron en la convención del colegio de abogados, celebrada en el Centro Cívico de la ciudad de Atlanta (Georgia).
Menos cálida fue, sin embargo, la acogida por parte de los líderes políticos negros y de las representantes de las asociaciones feministas, para quienes el mensaje resultó excesivamente simplista y en algunos casos hasta engañoso.
