La represión del Gobierno de Sri Lanka se extiende al moderado Partido de la Libertad
Unos 25 dirigentes y destacados militantes de los tres partidos marxistas, prohibidos el sábado último en Sri Lanka, fueron detenidos durante la noche M domingo al lunes. Esta ofensiva gubernamental ha alcanzado también al Partido de la Libertad, de oposición moderada, cuyo periódico ha sido cerrado. Aunque el toque de queda fue levantado temporalmente en la mañana de ayer, la situación en el país permanece tensa y preocupante a raíz de los enfrentamientos de la pasada semana entre las dos comunidades de Sri Lanka, tamil y cingalesa.
El toque de queda, casi permanente desde hace una semana, fue levantado durante la mañana de ayer, para que los ciudadanos pudiesen adquirir alimentos, y reimplantado después del mediodía. Las autoridades justifican esta medida en que las fuerzas de seguridad necesitan un descanso suplementario, debido, según afirmaciones de los portavoces oficiales, a su redoblada actividad para evitar la conspiración para derrocar al Gobierno o desestabilizarlo.La calma ayer en Colombo era precaria, y la situación, tensa y preocupante ante el futuro del país. De esto dan idea las medidas adoptadas contra los tres partidos marxistas, la detención de sus dirigentes y el cierre de sus periódicos. También el establecimiento de la censura, las limitaciones impuestas a los periodistas en sus desplazamientos y los llamamientos a través de la radio para pedir donantes de sangre, que escasea en los hospitales. 0 las consignas transmitidas a las embajadas de Sri Lanka en el exterior para que desalienten la llegada de turistas.
Las secuelas de los graves enfrentamientos entre las dos comunidades son visibles aún. El centro de Colombo parece una ciudad bombardeada, con sus edificios reducidos a escombros a consecuencia de los incendios provocados durante los enfrentamientos.
Por otro lado, los cerca de 45.000 refugiados tamiles, instalados en 14 campos en Colombo, han sido informados de que si los desean pueden ser evacuados hacia el norte, feudo de su minoría.
En un principio los dirigentes del Partido Liberal en el poder , trataron de exonerar al partido de la oposición, al que pertenece la antigua primera ministra Sirimavo Bandaranaike, de toda responsabilidad en los distrubios; la ofensiva contra la oposición se tradujo ayer en el cierre de la imprenta donde se edita el periódico de esta formación política.
La oposición acusa al gobierno de utilizar los poderes especiales para robustecerse aún más en el poder y de intentar buscar chivos expiatorios para responsabilizarlos de los incidentes.El Gobierno, por su parte, acusa la oposición de intentar hacerse con el poder, ya que no lo consiguió por medio de las urnas, intentando paralizar la actividad económica de Sri Lanka y sembrar e. pánico entre la población median. te la difusión de rumores alarmistas.
Lo que en su origen parecía una nueva manifestación del endémico antagonismo entre la mayoría cingalesa, budista, y la minoría tamil, hindú -cuyo detonante fue la muerte de 13 militares en una emboscada perpetrada por guerrilleros tamiles la semana pasada-, ha acabado siendo presentado por el los gobernantes como un auténtico compló para derrocar al Gobierno.
En un discurso radiotelevisado pronunciado por el ministro de Desarrollo, Gamini Dissanayake, este manifestó que las violencias y las destrucciones producidas harán necesario un esfuerzo suplementario para "reconstruir la economía" del país. 150.000 personas han quedado sin empleo tras los incendios que han afectado a decenas de fábricas, talleres y comercios.
La guerra entre estas dos comunidades no se ha limitado a Sri Lanka. En París los enfrentamientos entre tamiles y cingaleses residentes en la capital francesa han arrojado durante las últimas 72 horas un balance de dos muertos y 3eis heridos, uno de ellos grave.
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