Posibilidad de que se produzca una subida desbordada de los tipos de interés
Paul Volcker, presidente de la omnipotente Reserva Federal norteamericana (FED) ha vuelto a centrar la actualidad económico-financiera de la semana. Ante una subcomisión del Senado ha puesto al país sobreaviso con respecto a los tipos de interés y a la posibilidad de una subida desbordada en los mismos.Conocido en sus grandes líneas el plan de refinanciación del Tesoro para el tercero y cuarto trimestre del año, el presidente de la Reserva Federal, el citado Paul Volcker, ha recalcado que tan ingente recurso al empréstito para cubrir un insondable vacío presupuestario puede llevar a una situación de aferrada pugna entre los sectores público y privado, ambos deseosos y necesitados de financiación, en el esfuerzo por atraer, uno y otro, el ahorro y la inversión.
Y en un quién da más de almoneda, los tenedores de fondos disponibles, en el exterior o desde el extranjero, podrían impulsar los tipos de interés del dólar hasta los porcentajes alcanzados allá por los comienzos de 1981, según opina Drexel Burnham Lambert Limited.
En fecha reciente, y coincidiendo prácticamente con la declaración de Volcker, el presidente de esta compañía en España exponía la misma tesis, y aun la ampliaba: el recurso al empréstito para cubrir un ingente déficit genera elevados tipos de interés, y éstos, a su vez, atraen el capital extranjero, de forma que el trasvase de divisas, desde el exterior, contribuye a dar mayor solidez al dólar. De ahí que se produzca, como efecto colateral, el hecho de que la reactivación económica en los Estados Unidos y la cobertura de su déficit presupuestario vengan financiadas, en buena parte, por fondos procedentes del exterior.
El efecto inmediato de tal esquema económico-financiero ha sido una subida en flecha del dólar y un retroceso en vertical de los valores de renta fija en el mercado de capitales y de los títulos industriales o de servicios en la Bolsa de Wall Street. El dólar, en su más alta cota de los últimos siete años y medio frente al marco alemán, que no es precisa mente una divisa débil. Las rentas fijas, experimentando bajas de hasta un punto y medio en una sola jornada, siendo éste el caso de los bonos del Tesoro a largo plazo. Y en cuanto a la evolución bajista de los títulos industriales o de servicios, basta y sobra con mencionar que, en Wall Street, el popular Dow Jones rebasaba el martes 27 la cota de 1.250 puntos, por encima de su más alto cierre histórico, y cuando el viernes 29 la sesión de Wall Street andaba por su pro medio, estaba rozando la crítica línea de los 1.200 puntos.
Por lo demás, esta situación no muestra indicios de cambio, salvo que en la misma, y en un inmediato futuro, incidieran nuevos fundamentos económicos que introdujesen variaciones sustanciales en el panorama general.
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