La evidencia de la debilidad
La última semana del mes de julio no ha sido capaz de aportarles a las Bolsas nada que no fuese la propia evidencia de su debilidad. Los índices generales de los mercados de valores, salvo el de Bilbao, han registrado puntualmente la falta de orientación de unos mercados que presentaban una situación paradójica al encontrarse con que los índices que resultaban de cada sesión se encontraban muy próximos a las cotas máximas del año, a la vez que los volúmenes de la contratación en acciones se acercaban, significativamente, a los mínimos anuales conseguidos en el mes de enero.La incertidumbre cotiza a la baja por definición, y salvo los acostumbrados movimientos que en estas fechas se suelen realizar con los chicharrillos, el mercado no ha registrado otra cosa. El sector siderúrgico ha sido el encargado de proporcionar la materia prima para esta situación al reunir tres valores con una ampliación de capital en curso o a punto de realizarse: FASA, Bendibérica y Duro-Felguera.
La voraz insistencia con que los inversores han perseguido los derechos de suscripción este año ha ayudado no poco a mantener la situación.
El que en pleno replanteamiento de una reconversión industrial que parece va a adquirir una magnitud considerable el sector siderúrgico -que ha sido el primer afectado en el tiempo por esa reconversión, aunque probablemente no sea el primero en cuanto a la dureza del ajuste, ya que se anuncian para septiembre importante número de despidos, por ejemplo, en el sector naval y en general en las industrias del Instituto Nacional de Industria- se encuentre, en la Bolsa de Madrid, al 213%, gracias a estos tres valores, indica con bastante exactitud lo anómalo de la situación, a pesar de tratarse de empresas con beneficios.
Las otras notas destacadas de la semana han estado en los valores principales del mercado, las compañías eléctricas y bancos, que no han sido capaces de superar el desinterés que los inversores habituales han mostrado hacia ellos. En el sector bancario se han anunciado pagos de dividendos -en los bancos de Santander, Popular y Bankinter- y ampliaciones de capital -Banco Español de Crédito-, sin que ello haya supuesto un aumento del interés hacia los valores de estas instituciones financieras.
Las instituciones casi han cerrado por vacaciones, dejando la Bolsa resuelta hasta septiembre, por lo que hay que pensar que el poco movimiento que pueda generarse durante el próximo mes, se debera a los barandilleros más tenaces que, desafiando el calor, han decídido quedarse en busca de esos agostillos de los que se habla con tanta afloranza. Las bolsas no cierran por vacaciones, pero los resultados van a ser casi idénticos. Al menos el mes de julio ha dejado claro lo que se puede esperar en el ferragosto que ahora se inicia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.