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Reportaje:

Amador Casado, premio de oro

El afortunado en el sorteo extraordinario de la Cruz Roja trabaja como empleado en una factoría automovilística de Valladolid

Con varios saltos de alegría por el pasillo de su casa, un abrazo a su mujer y unas copas con los vecinos recibió Amador Casado López, un modesto trabajador de la empresa automovilística FASA Renault, la noticia de que le había correspondido el primer premio del sorteo extraordinario de la Cruz Roja, dotado con 30 kilos de oro. Ahora sueña con instalar un negocio de hostelería en Formentera, la tierra natal de su esposa, y está convencido de que el hijo que espera para enero, el segundo, no tendrá que llorarle tanto como la primera para que le compre una bicicleta. La niña, de tres años de edad, no había conseguido hasta ahora el vehículo. Será la primera "inversión" de su padre tras recibir el dinero.

Amador Casado es uno de tantos jóvenes vallisoletanos que tuvo que emigrar de su pueblo, Herrera de Duero, situado a 15 kilómetros de la capital, para buscar un trabajo en la ciudad. FASA es el sueño dorado de los que buscan un empleo seguro y no mal remunerado, y en esta empresa entró hace ocho años, cuando tenía 24. Ahora, a sus 32, Amador asegura que abandonará inmediatamente su puesto de trabajo e instalará un negocio. Los 30 lingotes de oro (unos 54 millones de pesetas) le han llegado un día antes de tomar sus vacaciones, así que entre claretes, paseos y descanso podrá pensar tranquilamente en qué los va a invertir. No celebrará el premio "a lo grande", es decir, con viajes, playa y bronceado costero, porque su mujer, Francisca Consuelo Escandel, de 27 años, está embarazada. Dará a luz en enero y será entonces cuando la pareja festeje por todo lo alto su entrada en el gremio de los millonarios. El matrimonio tiene una niña de tres años, Lorena, cuya mayor obsesión es tener una bicicleta, que el padre le va a comprar inmediatamente.El agraciado con el primer premio de la Cruz Roja se enteró de su fortuna en la tarde noche del jueves. Escuchó en el telediario el número premiado, lo retuvo en su memoria y salió disparado hacia donde guardaba el billete. Instantes después regresaba dando saltos por el pasillo. Claro que para evitar más tarde desengaños contraproducentes, prefirió cerciorar se antes de tirar la casa por la ventana. Consultó con los vecinos, hizo algunas llamadas y finalmente dio rienda suelta a su entusiasmo "bebiéndome unos whiskies en mi casa con vecinos y arnigos". Pero el hombre no debía estar muy seguro de su suerte porque al filo de la medianoche llamé por teléfono al diario local El Norte de Castilla para preguntar por el número premiado. Le confirmaron que era el 85.549 KK, el suyo, y colgó. No se identificó como el ganador. Varios redactores del periódico habían intentado durante horas dar con el paradero del afortunado sin conseguirlo.

Amador Casado prefirió mantenerse en el anonimato hasta la mañana de ayer. "No pegué ojo en toda la noche y no podía creérmelo todavía, pero comprobé en los periódicos una vez más que el número premiado era el mío y me fui a la fábrica". Una vez en FASA, explicó al encargado de su sección lo que le ocurría y pidió permiso para salir. Le fue concedido (faltaban sólo horas para que la empresa diera vacaciones a todos sus empleados) y se dirigió junto a su esposa a la Cruz Roja, donde ya se identificó.

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