La estratégica posición de Le Mseyed registra los peores combates en 20 meses en el Sáhara

Le Mseyed, una estratégica posición militar situada en la frontera saharaui-marroquí, a unos 200 kilómetros de Tarfaya, seguía ayer siendo escenario de duros combates entre elementos del Frente Polisario y unidades del Ejército marroquí, según un comunicado distribuido en la capital argelina por el movimiento independentista saharaui, que asegura haber causado 255 bajas e importantes pérdidas materiales al enemigo, informa desde la capital argelina nuestro corresponsal Manuel Ostos.

Por parte marroquí, tres días después de que el ministro de Estado, Mulay Ahmed Alaui, llevara a un grupo de periodistas marroquíes y a dos periodistas extranjeros a constatar la aplastante destrucción del Polisario tras el último ataque, la agencia oficial MAP informó el miércoles por la noche que el Polisario intentó de nuevo, y con gran despliegue de armamento pesado y hombres, ocupar la localidad de Le Mseyed, informa desde Rabat Domingo del Pino.

Los ataques contra esta posición marroquí se iniciaron el pasado día 12, y hasta la fecha el Polisario reivindica la muerte de 255 marroquíes y la destrucción de una importante parte del dispositivo defensivo instalado en torno a la guarnición, incluida una batería de cohetes de fabricación soviética, conocidos como órganos de Stalin.

Informes de fuente diplomática confirman que los hostigamientos han sido de una rara violencia durante los días 22 al 27 de julio, cuando el Polisario empleó considerables efectivos que, según la versión marroquí, rebasarían los 1.500 hombres.

Le Mseyed ya ha sido duramente castigada en otras ocasiones, concretamente en agosto de 1981, cuando el Polisario aseguró haber ocasionado la muerte de 400 soldados enemigos y la destrucción de una columna de socorro enviada desde la localidad de Tan-Tan, en el sur del reino alauí. La importancia de esta posición viene determinada por su proximidad al muro defensivo instalado por los marroquíes.

Según la opinión más generalizada en la capital argelina, con este ataque el Polisario intenta cumplir dos objetivos: en primer lugar, presionar sobre Rabat para obtener la reanudación de las negociaciones, y en segundo término, elevar la moral de las tropas saharauis, que han estado prácticamente sin entrar en combate en los últimos 20 meses.

La importancia del dispositivo de detección instalado por técnicos norteamericanos e israelíes en torno al muro defensivo, y la creciente operatividad de la aviación marroquí basada en El Aaiún, Tan-Tan y Asmara, hacen que el Polisario tenga muchas dificultades a la hora de poder concentrar un número importante de combatientes.

Según la agencia MAP, el Polisario que, de acuerdo con anteriores informaciones marroquíes había sido masacrado, atacó nuevamente Le Mseyed el 26 de julio, con 150 vehículos, de ellos 31 blindados. La ofensiva fue rechazada a partir del día 27, tras intervenir la aviación.

Éste es el segundo ataque de importancia del Frente Polisario contra Marruecos, después de la visita a Rabat del jefe del Estado libio, Muamar el Gadafi, en los primeros días de julio, y también la primera reanudación significativa de los combates en el Sáhara desde el ataque contra Guelta Zemmur el 10 de octubre de 1981 en el cual fueron derribados cinco aviones marroquíes.