Carrillo reprocha a Iglesias no haber dado el giro a la izquierda que precisa el PCE

El ex secretario general del PCE, Santiago Carrillo, lanzó ayer una dura crítica contra el documento político elaborado por un equipo dirigido por su sucesor, Gerardo Iglesias, acusándolo de que "no supone el necesario viraje a la izquierda en el partido". En una intervención en la primera jornada de reuniones del comité central del PCE, Carrillo calificó el documento, en cuya elaboración rechazaron participar los seguidores del veterano dirigente, de "apresurado" y "falto de ideas claras". Esta intervención, que seguía a otras en el mismo tono del vicesecretario general Jaime Ballesteros y del secretario de Madrid, Adolfo Piñedo, constituyó un anticipo del clima de enfrentamiento que presidirá esta edición del Comité Central.

El documento político será votado y aprobado hoy, presumiblemente con el voto en contra del sector afecto a Carrillo (éste rechazó indignado el término carrillistas empleado por los medios de comunicación). En su intervención, Carrillo acusó al equipo actual encabezado por Iglesias, de "dar la razón a los renovadores, que fueron calificados con razón de liquidacionistas del partido"."Si dáis la razón a los renovadores, tenéis que crucificarnos a quienes hemos luchado contra ellos", dijo el ex secretario general, que expresó que la confrontación patente ya en la anterior reunión del comité central, a comienzos de este mes, no ha hecho sino agudizarse.

El documento, cuyas líneas generales ya han sido recogidas en la Prensa (ver EL PAIS del día 28), recoge nuevas propuestas políticas del PCE en el orden económico -se predica la nacionalización progresiva de la banca- y, en general, en la práctica totalidad de los puntos que abarcan un programa electoral. El texto que resulte aprobado tras la votación de las enmiendas presentadas ayer -algo más de ochenta- servirá como base de discusión en el XI Congreso del PCE que tendrá lugar en diciembre y que marcará las nuevas líneas de actuación de los comunistas españoles.

La reunión del comité central, nuevamente abierta a la Prensa, pese a la virulencia con que se desarrollan algunos debates, comenzó ya con enfrentamientos, cuando los seguidores de Carrillo se quejaron del escaso tiempo, diez minutos, concedido para cada intervención.

Más tarde, Ballesteros atacaría con dureza los planteamientos internacionales del documento, en el que advirtió "una obsesión por distanciarse de uno y otro bloque", mientras que el verdadero gran culpable de la crisis mundial es, según Ballesteros, el imperialismo. El vicesecretario del PCE insistió en sus tesis de que es necesario abrir un gran debate sobre la conveniencia de que España ingrese en la CEE en lugar de seguir los postulados del Gobierno socialista, "que parece dispuesto a que entremos a cualquier precio para marcarse lo que ellos piensan que es un tanto electoral". Criticando tácitamente la neutralidad del documento, Ballesteros concluyó su intervención, enfatizando, que "somos parte del movimiento comunista internacional y debemos decirlo claramente". También Carrillo se desmarcó de la neutralidad para mostrar su satisfacción ante el hecho de que el documento recogiese, aunque tímidamente, el papel positivo jugado por la URSS en algunos aspectos de la política internacional.