El PCE propone nacionalizar progresivamente la banca y desmilitarizar la Guardia Civil
La nacionalización progresiva de la Banca, la oposición a la privatización de la Seguridad Social, la desmilitarización inmediata de la Guardia Civil y la idea -sugerida, pero no especificada- de que los comunistas podrían formar parte de un Gobierno de izquierda en 1.986, son algunos de los puntos básicos del Anteproyecto de documento político para el XI Congreso que debatirá a partir de mañana el Comité central del Partido Comunista. El documento, al que tuvo acceso EL PAIS, supone en la práctica una renovación total de la oferta electoral que el PCE presentó en las últimas elecciones generales.
Aunque con críticas constantes a las "concesiones a la derecha" del Gobierno socialista, el documento del PCE propone una unidad de acción política, sindical (CC OO y UGT) y municipal de la izquierda, en lo que, en algún pasaje, es calificado como "Bloque social de Progreso". En un total de 139 páginas, el documento, concluido hace más de una semana tras un encierro de la comisión redactora en una residencia religiosa, propone algunas de las líneas maestras de lo que el PCE considera que debe ser un auténtico proyecto de cambio. En la comisión redactora no figuró, por voluntad propia, ningún miembro de la llamada ala carrillista del partido, ala que, presumiblemente, volverá a enfrentar sus tesis a los oficialistas seguidores del actual secretario general, Gerardo Iglesias.En el área económica, el PCE propone siete reformas de estructuras fundamentales, que abarcan desde el sector agrario al financiero. La propuesta más destacable y novedosa en este campo, junto a la petición de una moratoria nuclear, consiste en proponer una progresiva extensión del sector público, incluyendo "un control progresivo del sistema financiero que culmine con la nacionalización de la Banca".
Reforma judicial y de las FOP
El documento introduce continuas críticas a la "timidez" con que el Gobierno socialista aborda algunas reformas, si bien en algunos campos se limita a pedir una mayor rapidez en la entrada en vigor de leyes que ya se encuentran en elaboración o presentadas a las Cortes por el Gobierno.Sin embargo, en algunos campos, como la reforma del Parlamento y, especialmente, en las Fuerzas de Orden Público, el documento-programa del PCE contiene importantes novedades. Al referirse a la reforma parlamentaria, se pide la ampliación del Congreso de los Diputados a 400 escaños, y reformar el carácter mayoritario del Senado. En lo referente a la reforma de las FOP, se predica la inmediata desmilitarización de la Guardia Civil, el nombramiento de un director civil para el Cuerpo y su total adscripción al Ministerio del Interior, junto con la derogación del reglamento y el reconocimiento del derecho de sindicación para los guardias civiles. Igualmente, se solicita la unificación de la Policía Nacional y el Cuerpo Superior de Policía, para crear un Cuerpo de Policía del Estado.
También en el terreno municipal se contienen algunas propuestas novedosas: introducir en los municipios la iniciativa popular, el referéndum municipal y el derecho de petición. La colaboración entre socialistas y comunistas debe ser reforzada. Tras duras críticas a la situación actual de la Justicia en España, el documento pide la introducción del Jurado en España y la creación de Juzgados de Barrio.
En lo referente a la reforma de las Fuerzas Armadas, las medidas propuestas se resumen en: nuevo Código de Justicia Militar, reducido a la jurisdicción castrense; reducción del servicio militar a doce meses, rechazo de la posibilidad de fabricación de la bomba atómica, necesidad de fabricar armamento autónomo español, y renuncia a la estructura actual de las Capitanías generales.
En política exterior, junto a la declaración de europeísmo y necesidad de ingresar en la CEE -contra las tesis canillistas-, se pide el no reconocimiento de Israel. Obviamente, se reiteran las tesis contra la permanencia en la OTAN, si bien no se insiste -contra lo que hacía el informe Iglesias, presentado en la última reunión del comité central- en la necesidad de movilizaciones para forzar un referéndum.
La estructura del documento sigue los moldes clásicos en el PCE: la primera parte está dedicada a analizar la coyuntura internacional, pregonándose una acción internacional, junto con los partidos socialistas y socialdemócratas europeos, para crear un frente por la paz. La segunda parte aborda la situación política en España tras el 28 de octubre pasado, conteniéndose una autocrítica de la política pasada, aunque matizando esta autocrítica -tan escasamente querida por el sector ex dirigente- con culpas dirigidas a los intentos de crear un bipartidismo, intentos en los que el PSOE es presentado como el gran culpable. La tercera parte se resume bajo el epígrafe "Por una democracia avanzada", y en ella se contienen las propuestas económicas. La cuarta se encabeza bajo el título "Democracia político y social y el socialismo". La quinta, una de cuyas partes es la propuesta de reforma de estatutos, se refiere a "la renovación del PCE", y en ella se insiste en que "la democracia interna en el partido es insuficiente".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.