Nueva ronda de conversaciones chino-británicas sobre Hong Kong
La segunda ronda de negociaciones entre China y el Reino Unido sobre el futuro de Hong Kong, la colonia británica que debe pasar a manos chinas en 1997, se inició ayer en Pekín. Aunque el contenido de las conversaciones se mantiene en estricto secreto, fuentes chinas señalaron que las dos partes habían acordado dejar de lado el espinoso problema de la soberanía para entrar a discutir rápidamente aspectos técnicos y prácticos que aseguren la estabilidad y prosperidad de la colonia en el largo período de negociaciones.Según la Prensa inglesa, las autoridades chinas están muy preocupadas por el período transitorio y han llegado a amenazar con hacerse cargo de la colonia antes incluso de 1997 si Londres no se compromete a llegar a un acuerdo rápido que tranquilice a los inversores y evite los movimientos especulativos que pueden echar por la borda la estabilidad de lo que se considera como el tercer centro financiero del mundo.
Hong Kong, con 5,2 millones de habitantes, en su mayoría chinos, constituye un elemento económico de gran importancia para el régimen de Pekín. 1997 es la fecha en la que expira el tratado por el que China cedió a Gran Bretaña os nuevos tenitorios, sin lo que la i la de Hong Kong propiamente dicha y el enclave de Kowloon, que, según Londres, fueron cedidos a perpetuidad, son inviables.
Las conversaciones, prolongación de las de los pasados 12 y 13 de este mismo mes, se desarrollan en el barrio de las embajadas extranjeras. La delegación británica está presidida por el embajador sir Percy Cradock, a quien acompaña el gobernador de la colonia, sir Edward Younde, y la china, por el antiguo viceministro de Asuntos Exteriores, Yao Guang. En esta ocasión, el lugar de la reunión fue anunciado con anterioridad, tal vez para evitar los incidentes ocurridos durante la primera ronda, en la que periodistas occidentales y de Hong Kong tuvieron que perseguir por toda la ciudad a la delegación británica para localizar el punto de encuentro.
Sin intérpretes
El tema de conversación mientras se hacían las fotos para la Prensa se centró en el tiempo. Los miembros de la delegación británica hablaron en un fluido chino, sin necesidad de intérpretes. La delegación china vistió trajes occidentales, desechando la clásica chaqueta Mao.La próxima ronda de conversaciones será fijada al término de la presente, pero fuentes chinas han señalado ya que ambas delegaciones volverán a reunirse, probablemente, a primeros del próximo mes. Este deseo de acelerar el ritmo de reuniones, sin interrupciones veraniegas, se debe a que las autoridades chinas no quieren mantener la incertidumbre sobre el futuro de la colonia.
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