Los armenios quieren recuperar de Turquía sus territorios

El segundo congreso mundial de los armenios de la diáspora finalizó ayer en Lausana (Suiza) con la adopción de una plataforma política provisional, cuyos objetivos más inmediatos son el reconocimiento público de genocidio del que fueron víctimas sus antepasados (millón y medio de personas exterminadas por el Gobierno otomano en 1915) y la posibilidad de recuperar sus territorios, hoy día ocupados por Turquía.Los documentos adoptados por los congresistas (unos 60 participantes llegados de quince países) preconizan una solución "pacífica, global, justa y duradera" para su problema, al tiempo que reafirman "los derechos imprescriptibles e inalienables del pueblo armenio a la existencia nacional y a la autodeterminación".

Una aspiración que comparten los movimientos y organizaciones sociales y los partidos políticos en representación de los tres millones de armenios repartidos por el mundo.

Uno de los testimonios más conmovedores del congreso fue, sin duda, el que, desde la tribuna de oradores, presentó el periodista español José Antonio Gurriarán, director del diario Pueblo y víctima en diciembre de 1979 de un atentado reivindicado por el ESALA,

Ejército Secreto Armenio de Liberación de Armenia.

"El terrorismo", dijo, "no es una política eficaz. Pero yo he sentido la necesidad de comprender el por qué de tal acto".