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La Xunta califica de "error" la designación de García Sabell para la ofrenda del 25 de julio

El nombramiento del delegado del Gobierno en Galicia, Domingo García Sabell, como representante del Rey en la ofrenda nacional al apóstol Santiago, que se celebrará el próximo día 25 de julio, ha provocado una airada reacción de la Xunta, que ayer calificó, por medio de su vicepresidente, Carlos Mella, de "ofensa a la autonomía gallega", la decisión adoptada por la Casa Real, a la que consideró "un error". El descontento del Gobierno autónomo por lo que se interpreta como una marginación de su presidente se traducirá, con toda probabilidad, en la inasistencia de sus miembros a los tradicionales actos conmemorativos de la festividad del patrón de España.

"Mientras exista un presidente de la Xunta", dijo ayer Mella, "el oferente no puede ser un funcionario del Estado, de modo que la designación del delegado regio nos parece francamente mal. Es evidente que la Casa Real, dicho sea con todos los respetos, ha cometido un error". García Sabell dirigió un escueto telegrama a este periódico en respuesta a su reacción sobre los ataques de la Xunta: "Respeto y acato incondicionalmente las decisiones del Rey. No hay comentarios", respondió el delegado del Gobierno. Por otra parte, en medios próximos a La Zarzuela se respondió que esta nominación no "supone ofensa ni desdoro para las instituciones gallegas."La designación del presidente del Gobierno autónomo, Gerardo Fernández Albor, había sido presentada prácticamente como un hecho durante los últimos días por la Prensa gallega, lo que ha añadido nuevos elementos de sorpresa al nombramiento de Domingo García Sabell, a quien se considera amigo personal del rey Juan Carlos. "No quiero creer", comentó el vicepresidente Mella, "que por simple vanidad personal el delegado del Gobierno haya buscado este nombramiento, porque eso sería su tumba política". Mella añadió que el actual delegado del Gobiemo no está colaborando a un mayor entendimiento entre la comunidad autónoma y la Administración central.

Un incidente protocolario similar se produjo el pasado mes de diciembre de 1982, con ocasión de la ofrenda correspondiente a los actos conmemorativos del traslado de los restos del apóstol desde Palestina a Santiago. Al igual que ahora, la designación del ministro de Justicia, Fernando Ledesma, para cumplir las funciones de oferente motivó una protesta oficial de la Xunta, que ha venido mostrando un particular interés en hacer respetar el principio de que la máxima autoridad del Estado en Galicia es el presidente del Gobierno autónomo.

El actual conflicto supone, por otra parte, el primer enfrentamiento público entre el presidente de la Xurita, Fernández Albor, y el delegado del gobierno, García-Sabell, amigos personales y hasta no hace mucho participantes en un común proyecto de implantación suprapartidaria del galleguismo moderado, a través del colectivo de opinión Realidade Galega al que ambos pertenecieron.

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