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Barcelona inició el camino por la senda alcista

Los mercados nacionales de acciones iniciaron su andadura semanal manifestando un comportamiento errático, donde por una parte se dejaba sentir la falta de decisión de los inversores mientras se comenzaban a observar algunos posicionamientos que cristalizaron en el alza registrada en el índice general del mercado barcelonés.La Bolsa de Barcelona viene anticipándose, desde hace varias semanas, a los movimientos del resto de los mercados. En este sentido, los especialistas, ayer, a la hora del aperitivo, esto es en el período de reflexión post-sesión, apuntaban la posibilidad de que hoy mismo de invierta la tendencia negativa de Madrid, Bilbao y Valencia y los tanteos de compra se generalicen hasta el punto de que algunos de los valores de moda puedan retomar su andadura positiva.

Valores tales como el Encinar de los Reyes o Ponferrada eran observados con interés por quienes se vienen mostrando ávidos por montarse sobre la marcha en las operaciones con posibilidades de generar plusvalías rápidas.

El caso catalán pesaba, y las mejoras de 4,70 puntos que generaba el sector de alimentación, los 3,42 que avanzaban las químicas, o los 3,09 que subían las constructoras daban bastante que pensar a los desocupados de última hora y en general las apuestas apuntaban la posibilidad de que se siga la senda iniciada por el mercado de acciones catalán.

Las condiciones objetivas presentan un marcado carácter neutro, con una oferta que casi casi ha pasado a la clandestinidad, mientras que la demanda se despereza con prontitud a la menor oportunidad de conseguir plusvalías rápidas, para con la misma velocidad replegarse tan pronto como considera que el ciclo alcista toca a su fin. No obstante algunos observadores sostienen que varios inversores institucionales están preparándose para contribuir a animar el mercado en las jornadas agosteñas, al amparo de la escasa presencia de inversores a la que suelen dar lugar las vacaciones veraniegas.

En cuanto al grupo bancario, la pérdida de presión alcista que experimentaron sus valores resultó notable. Los saldos vendedores se generalizaron y, aunque no llegaban a sumar cifras excesivamente abultadas, lo cierto es que vinieron a representar algo parecido a un palmetazo en los nudillos a la política que estaban desarrollando los cuidadores de estos valores.

Evidentemente 100.491 títulos como diferencia negativa conjunta para los siete grandes es una cifra de menor significación, sobre todo si se tiene en cuenta que algo más de la mitad de estas acciones correspondían a Banesto. Sin embargo, no parecen confiar excesivamente en sus posibilidades los responsables bursátiles del sector y han decidido concederse un descanso que puede contener una cierta carga de expectación a la espera de una definición más concreta de las hipótesis de evolución del mercado.

La expectación, por tanto, vuelve a centrarse en torno a los valores de menor significación bursátil, a los que se les atribuye la máxima capacidad de acumular avances, mientras que las eléctricas y los valores bancarios, a decir de los expertos, deben permanecer a la espera de una nueva oportunidad.

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