El donativo del Papa

Cuando en nuestro país todavía existen tantos problemas de estrecheces, miserias e incluso hambre física, y cuando la parte más valiosa de los sacerdotes españoles se esfuerza con muy pocos medios en mejorar las condiciones de vida de los necesitados, no puede dejar de llamarnos la atención el gesto vaticano de entregar los 40 millones de pesetas recaudados duro a duro en todas las parroquias del país a una empresa privada que, como consecuencia de sus graves errores de gestión, ha pasado de la opulencia a los linderos de la quiebra.Como colegas, tenemos que alegrarnos de que a los periódicos de La Editorial Católica les haya tocado esta curiosa lotería, pero como ciudadanos, nos declaramos sorprendidos de que en el pontificado de Wojtyla prime tan descaradamente la propaganda sobre la caridad.

Está claro que el Papa es muy libre de hacer lo que le venga en gana con el dinero que le regalan los católicos españoles. Lo lógico habría sido, sin embargo, que los obispos hubieran advertido a sus feligreses cuál era el fin específico de aquella colecta, pues estamos seguros de que son muchos los católicos que no comparten la línea reaccionaria -no hace mucho lindera con el golpismoque, por ejemplo, mantiene el diario Ya.

Si el Papa quiere que se lean determinados periódicos, no tiene más que recomendarlo públicamente y a ver qué pasa. Entre tanto, con esos 40 millones de pesetas, muchas parroquias obreras podrían haber aliviado al menos 40.000 problemas humanos. , 11 de julio