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Fuerte malestar en las sociedades de garantía recíproca ante el plan de reforma del Gobierno

Xavier Vidal-Folch

Un fuerte malestar ha generado en medios directivos de las sociedades de garantía recíproca (SGR) el programa de reforma que para las mismas está estudiando el Gobierno. Directivos de las mismas han expresado su profunda disconformidad con el esquema de reforma propuesto en las recientes jornadas del PSOE sobre pequeñas y medianas empresas por Antonio Santillana, que proponía la mayor presencia de las Administraciones autonómicas en su dirección, el fortalecimiento, de su capital, la reducción del número de SGR existentes y el abaratamiento del coste de los avales (véase EL PAIS del 5 de julio).

Fulgencio Alcaraz, presidente de Intercat (una de las tres SGR existentes en Cataluña), vicepresidente de Cepyme (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa) y miembro de la comisión que ha puesto en marcha 20 de las 36 sociedades de garantía recíproca que funcionan en estos momentos, ha expresado su "indignación" por lo que considera una entrada a saco de la Administración en dichas sociedades, "basándose en críticas que nosotros hace tiempo hemos lanzado, y que ahora la Administración distorsiona". Así, a una de las acotaciones de Santillana, según la cual muchas SGP, tienen un escaso número de partícipes, Alcaraz opone que "nosotros siempre hemos defendido el criterio de que el número mínimo debiera ser de 200" (la propuesta que baraja la Administración es 500), "pero más importante es que haya un fuerte número de socios protectores".La preocupación de la Administración porque las SGR se pudieran convertir, de deseable instrumento financiero para las pymes, en entidades de escasa solvencia y profesionalidad y de perfiles más o menos caciquiles, generando a la larga problemas como los de las cajas rurales, es la cuestión de fondo que se debate.

Así, Antonio Santillana manifestaba que "un reducido número de socios partícipes, con escasa aportación de capital, controlan las SGR", afirmación que Alcaraz tacha de "falsa".

Fortalecer el capital

El deseo de la nueva Administración de fortalecer el capital de las SGR, elevando el mínimo a 400 millones de pesetas, recibe de éstas la réplica de que "lo importante no es la cuantía del capital, sino la relación capital/ riesgo", y si la capacidad de avalar es 25 veces el capital, "lo procedente, en caso de que preocupe la solvencia, sería disminuir esa relación, aun a costa de incrementar el coste del aval". Fulgencio Alcaraz, que reconoce el exceso de riesgos de algunas SGR -"sobre todo, de las sectoriales"-, cree, sin embargo, que no debe reducirse el número de las existentes mediante un proceso de concentración: "No queremos ventanilla única". Y sobre el aumento de protagonismo de la Administración autonómica en su dirección, critica que en los presupuestos de la Generalitat de 1981 había una partida de 150 millones para las SGR, de los que no hemos recibido ni uno". Ello ha sido debido, precisamente, a que la Generalitat ha preferido mantener ante este tipo de sociedades una actitud muy cauta.Esta misma cautela ha sido la norma de conducta de otros organismos oficiales, como el Fondo de Garantía de Depósitos en Establecimientos Bancarios, que hace pocos meses desechó la propuesta de compra del Banco de Gerona (del grupo Catalana) realizada por la Unió de Botiguers en combinación con la pequeña patronal UPIMEC (Unión de la Pequeña y Mediana Empresa de Cataluña), a través de Intercat, sociedad de garantía recíproca creada por UPIMEC y, como ésta, presidida por Alcaraz. La razón de la negativa fue la duda mantenida por el Fondo sobre los grados de profesionalidad y solvencia de dichas entidades.

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