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El colegio Cours Molière expulsa a ocho alumnos porque sus familiares fundaron la asociación de padres

Amelia Castilla

Ocho alumnos del colegio francés Cours Molière, centro privado de Pozuelo de Alarcón en el que cursan estudios 350 alumnos, no podrán matricularse en el centro el próximo curso porque sus familiares crearon legalmente una asociación de padres de alumnos. El director del colegio, Albert Hatchwell, comunicó a finales de mayo a las cinco familias que figuraban como fundadoras de la asociación que sus hijos no serían inscritos en la lista de alumnos."Esta medida", manifestó por carta el director a los padres, "no está justificada por la adaptación al medio escolar de vuestro hijo, ni por sus actitudes, pero parece necesario ante vuestra concepción de la escuela que dirigiéseis a vuestros hijos hacia un establecimiento que responda a vuestras exigencias y preocupaciones educacionales". Junto con la carta en la que el director comunica a las cinco familias la expulsión de los ocho niños, se adjunta una lista de establecimientos escolares donde pueden dirigirse.

Hatchwell, tras constituirse legalmente la asociación, envió una carta a todos los padres de alumnos en la que manifestó que "nunca hemos aceptado subvenciones, que hubiésemos podido aceptar, ni del gobierno francés ni del español, porque he preferido sacrificar la grandeza de las instalaciones del curso en provecho de la calidad de enseñanza individualizada". El director no considera necesaria una asociación porque el ambiente familiar del colegio y las continuas reuniones con los padres cubre n todas las necesidades educativas.

Las familias fundadoras de la asociación solicitaron una inspección del Ministerio de Educación y Ciencia y de la Subdirección de Enseñanza Francesa en el Extranjero, organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, con el fin de comprobar el estatuto legal del Cours Molière, y recabar información sobre las condiciones materiales mínimas exigibles en un centro de este tipo.

El Cours Molière está asimilado a los liceos, colegios y escuelas cuyos estudios se consideran idénticos a los realizados en Francia en los colegios públicos. Sin embargo, debe someterse, por ser una empresa privada de derecho español, a la legislación del trabajo y la higiene del país en que se encuentra.

El director calificó la consulta realizada ante el Ministerio de Educación y el Ministerio de Asuntos Exteriores francés por los padres como un intento de poner en duda la honorabilidad del Cours Molière y de "desestabilizar nuestro sistema de educación para satisfacer los intereses personales de los responsables de estas acciones, por lo que no podemos conservar una actitud de diálogo sincero en esta perspectiva". Hatchwell considera que la creación de la asociación afecta a la subsistencia del centro porque pretende introducir una institución apropiada para escuelas masificadas, pero inviable para una pequeña escuela familiar. "Pretende", dijo el director, "cambiar la ideología de nuestra escuela, que está basada en la enseñanza individualizada para cada niño y el contacto personal y constante con cada familia".

"Que sean readmitidos"

Las cinco familias afectadas, acogiéndose al Estatuto de Centros Escolares, que estipula que en "cada centro docente existirá una asociación de padres de alumnos como cauce para la participación de los padres en los órganos colegiados de los centros docentes", han presentado un recurso en la Inspección Central del Ministerio de Educación y Ciencia en la que solicitan, en defensa de los derechos reconocidos por la Constitución española, la ley de Asociación y la ley sobre estatutos de centros escolares, que los ocho alumnos vuelvan a ser readmitidos. "Con la admisión de los alumnos", manifestaron los padres, "se reconocería la arbitrariedad y violación de derechos básicos cometidos por la dirección del centro". Solicitan, asimismo, que se tomen las medidas oportunas para el cumplimiento de la legislación vigente.Albert Hatchwell aseguró ayer que "pese a la actitud reiterada de los padres de formar una asociación, mantuve a los niños en el colegio durante el curso pasado por misericordia", pero añadió que está seguro de que el colegio no responde a la idea que los padres afectados tienen sobre la enseñanza, y por tanto decidió expulsar a los niños porque "no serían felices en el colegio si no lo son sus padres".

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