La Administración pretende cortar el contrabando de mercancías en camiones TIR

Los camiones TIR, que tan a menudo pueden observarse en las carreteras de mayor tráfico, constituyen un procedimiento frecuente para el contrabando de toda clase de mercancías: electrodomésticos, carne congelada, tabaco, armas, probablemente drogas. Este tráfico sólo puede ser sometido a control en los puestos aduaneros, lo cual tropieza con la insuficiencia de instalaciones adecuadas y la necesidad de no perturbar otros tránsitos fronterizos, como el turístico. Un control de camiones por muestreo reduciría drásticamente los niveles de fraude a través de dicho medio, según los planes de las autoridades aduaneras.

La esencia del sistema TIR consiste en traspasar competencias al interior de los países con el fin de facilitar la circulación internacional de mercancías, por medio de un sistema de documentación que nacionaliza las mercancías cuando éstas atraviesan las fronteras. Teniendo en cuenta el desarrollo cada vez mayor de este transporte y las posibilidades de fraude que supone la actual falta de control, el director general de Aduanas, Miguel Sánchez Albertí, no duda en calificar este problema como "nuestra pesadilla".La regulación TIR favorece el comercio, pero también se aprovecha para el fraude. Uno de los casos más escandalosos se produjo en 1980, cuando se descubrió que, de una serie de 23 expediciones de carne para Portugal, sólo cuatro habían sido debidamente registradas por la aduana de Tuy. A consecuencia de las irregularidades descubiertas (véase EL PAÍS de 21 de junio de 1983), fueron sancionados tres funcionarios de dicha aduana -el castigo más grave recayó en el administrador de la misma, Antonio Mallén, quien fue suspendido por cuatro años- y las autoridades aduaneras advirtieron a la Guardia Civil sobre una posible connivencia de la dotación allí destacada. El instituto armado tomó también medidas, aunque menos rigurosas: trasladó de destino a cinco guardias que llevaban ocho años en Tuy.

Este importante contrabando de carne congelada no es el único en el que se utiliza el régimen TIR. El tabaco entra igualmente en cantidades considerables, aunque sin duda menores que el abastecimiento organizado a través de barcos conectados con puntos de la costa. Pero además de todas estas mercancías, se sospecha que el tránsito de camiones incontrolados es una de las vías para al tráfico de armas.

ETA ha atacado puntos aduaneros varias veces; principalmente lo ha hecho contra el puesto del Puerto de Pasajes (Guipúzcoa), pero también ha atentado contra funcionarios destinados en la aduana de Irún. La Guardia Civil, sometida a continua tensión en dicha zona del país, se muestra más preocupada por el terrorismo que por el contrabando.

Un caso especialmente curioso, documentado en acta del Tribunal de Contrabando de Guipúzcoa, fue el seguimiento realizado en marzo y abril de 1981 a un camión que entró dos veces por Irún supuestamente de vacío, y en realidad cargado con tabaco. Pasó el 21 de marzo y fue seguido por la guardia civil hasta que, repentinamente, el servicio fue retirad al producirse dos atentados terroristas, cuando el vehículo contrabandista estaba totalmente localizado. Entró de nuevo el 7 de abril, con un cargamento de tabaco por valor de 14 millones de pesetas, y en esta ocasión fue capturado. El vehículo era propiedad de un ciudadano alemán y estaba conducido por una persona de la misma nacionalidad, quienes contaban con la connivencia de un guardia civil de Irún, que intentó sobornar con un millón de pesetas a otros dos compañeros del cuerpo para dejar paso libre a este tráfico clandestino.

Ése caso es uno más de los que se producen en cualquier frontera. Pero la incidencia del terrorismo en Euskadi hace decir a un experto de la inspección aduanera que "el País Vasco es un lugar peligrosísimo, y no sólo por la inseguridad en la calle: por allí puede entrar cualquier cosa en España". Pero a los eventuales problemas de corrupción de funcionarios de aduanas o de guardias civiles, o simplemente al miedo físico que estos puedan experimentar en puntos atacados por el terrorismo, se suma la falta de instalaciones para el control. normal del tránsito TIR.

Control por muestreo

Las autoridades aduaneras pretenden rehacer las instalaciones de La Jonquera e Irún, organizando un sistema de control de camiones por muestreo. "Cuando las aduanas estén bien preparadas, el muestreo del tráfico TIR y la creciente informatización del conjunto de la Administración pueden eliminar el fraude casi por completo", asevera el director general de Aduanas.Para ello se necesitan instalaciones separadas de las actuales, que permitan apartar los camiones y mantener el ritmo normal de otros tráficos fronterizos, sin organizar colas que lleguen hasta París. A finales de este año o principios de 1984 entrarán en servicio las nuevas instalaciones de La Jonquera y en una fecha posterior lo harán las de Irún.