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Reportaje:

Una persona muere calcinada en un incendio registrado en la sala de fiestas Pavillón

Una persona resultó muerta en la madrugada del lunes, en un espectacular incendio originado en la sala de fiestas Pavillón, local de propiedad municipal sito en el parque del Retiro y que se halla cerrado al público desde hace unos cuatro años. El cadáver estaba calcinado hasta el punto de que a última hora de la tarde de ayer ni siquiera había sido posible determinar si el fallecido es un hombre o una mujer. Tampoco ha podido esclarecerse la causa de las llamas, aunque se baraja como posible la hipótesis de que la persona muerta sea un mendigo que encendió fuego para calentarse o que cometió una imprudencia. Las pérdidas, que sumarán varios millones, no habían sido evaluadas ayer con exactitud.

La sala de fiestas está situada en una de las zonas más paseadas del parque, entre el tenderete de música donde los domingos por la mañana actúa la Banda Municipal, y la zona de embarque del gran estanque del Retiro. La instalación se encuentra muy bien arropada por grandes árboles y arbustos, que confieren al rincón un ambiente fresco y agradable. Las llamas afectaron casi exclusivamente a la parte del edificio construida con materiales livianos, a base de carpintería de hierro y cristal, cubierta con techo de uralita. El suelo estaba recubierto de moqueta y en el interior de la sala había materiales muy combustibles, por lo que el fuego alcanzó grandes proporciones y afectó también a los árboles cercanos.El incendio comenzó aproximadamente a las 3.30 horas de ayer, y se desconoce si fue premeditado o accidental. Según informaron ayer en el Cuerpo de Bomberos, alguno de los vecinos de los pisos altos de la calle de Menéndez y Pelayo, que bordea el parque, avisó en primer lugar a la Policía, alarmado a la vista de las llamas y de las pequeñas explosiones producidas por los cristales al estallar.

La dotación de un coche patrulla zeta de la Policía se personó en el lugar del incendio y vio que una parte del edificio ardía por los cuatro costados. Los bomberos desplazaron al lugar del siniestro un autotanque y un autobomba, y pudieron atajar el fuego en poco más de una hora, aunque los trabajos de extinción de rescoldos fueron muy laboriosos y se prolongaron hasta las 6 horas. Los bomberos tuvieron buen cuidado de impedir la propagación de las llamas al otro ala de la sala de fiestas, construída con materiales pesados y separada de la destruida por una pared de ladrillo que actuó como muro de contención. Esta otra dependencia apenas fue afectada por el fuego.

Tierno acudió de madrugada

Dado que la sala estaba cerrada al público desde hace cuatro años, tenía cortados los suministros de gas y de electricidad, por lo que las llamas no pudieron tener su origen en un cortocircuito o accidente similar. Algunos policías municipales manifestaron ayer junto al local siniestrado que la sala era utilizada de vez en cuando como refugio por mendigos que pasaban la noche en el parque.En el interior de la sala, los bomberos encontraron, tras sofocar las llamas, el cuerpo totalmente calcinado de una persona caído en el suelo. A las 4.30 de la madrugada se personaron en el parque del Retiro el alcalde de Madrid, Enrique Tierno, y el concejal municipal de Seguridad, Emilio García Horcajo, quienes, avisados por la Policía Municipal, se interesaron en el lugar del suceso por las circunstancias de lo ocurrido. Poco después llegaron también el juez del guardia y el médico forense, que ordenaron el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto Anatómico Forense. Inspectores de la Brigada de Policía Judicial y de la comisaría de Retiro se han hecho cargo de las investigaciones, según una nota de prensa remitida por la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Emilio García Horcajo señaló ayer que la sala Pavillón es pro piedad municipal, y estuvo arrendada hasta hace unos cuatro años, en que se terminó el período de la concesión y no fue renovado. El Ayuntamiento tenía en estudio varios proyectos de utilización de las instalaciones, como reservar el edificio para salón de ensayo de la Banda Municipal, o convertirlo en pista de patinaje, entre otros. Tampoco se descartaba la posibilidad de sacarla nuevamente a concurso, aunque, en este caso, la empresa que se hiciera cargo de la sala debería comprometerse a realizar las pertinentes obras de reparación.

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Después de estos cuatro años, de abandono, se encontraba seriamente deteriorada.

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