Navratilova arrolló a Andrea Jaeger en la final
Martina Navratileva (EE UU, 1ª cabeza de serie), logró ayer su cuarto título individual de Wimbledon al vencer en la final a Andrea Jaeger (EE UU, 3ª cabeza de serie) por 6.0 y 6-3, en 54 minutos. Martina consigue así un premiode 96.000 dólares que se unen a los 5.288.056 dólares que había ganado hasta ahora en su carrera tenística y que la convierten en la mujer que más dinero ha ganado en la historia del tenis. Hoy e disputa la final masculina, que enfrenta a Jhon McEnroe (EE UU, 29 cabeza de serie) con Chris Lewis (Nueva Zelanda), y que será transmitida por Radio Televisión Española. McEnroe logró ayer su primer título, al vencer junto a Fleming en la final de dobles, por 6-4, 6-3 y 6-4, a los hermanos Tim y Tom Gullikson.
Marina y Andrea entraron en la pista central de Wimbledon, con sendos y enormes ramos de flores, saludaron al duque de Kent y comenzaron su entrenamiento. Poco después se iniciaba el partido y sólo 16 minutos más tarde Martina ya se había anotado el primer set por 6-0. Jaeger sólo acertó a ganar nueve tantos en todo el primer set. La diferencia fue impresionante. Martina sirvió bien, voleó perfectamente y acertó en las jugadas desde el fondo de la pista. Andrea, a sus 18 años, -la más jóven finalista desde 1952- nunca entró en el partido. Sus golpes desde el fondo -su juego habitual- nunca tuvieron la potencia mínima necesaria para presionar a Navratilova.El segundo set fue más disputado. Andrea rompió el servicio de Martina en el primer juego, aun que la situación volvió a nivelarse -1-1- en el siguiente. Pero Mar tina ya no arrollaba. Andrea Jae ger acertó con sus passing shots y sus golpes paralelos desde el fondo, y los resultados de los juegos fueron más apretados, lo que obligó a Martina a utilizar todos sus recursos. Con 3-2 en el marcador, Andrea perdió el servicio, que ya no recuperaría, pese a conseguir cuatro ventajas en el último juego y salvar dos match balls antes de perder el partido.
Luego llegó la tradicional entrega de premios. El duque de Kent saludó a los recogepelotas antes de dar el trofeo a Martína. Andrea Jaeger aparecía semiescondida y sin saber que hacer: "Lo que pasa es que en los otros torneos te dan el cheque y te vas. Aquí el duque ha hablado con el juez de silla y el juez árbitro, mientras Martina estaba allí, a su lado, sin desatar su euforia. Todo era nuevo para mí, pero me ha servido de mucha experiencia". Andrea tan simpática como los días victoriosos, comentó: "Creo que ha sido el día más importante de mi carrrera, como el triunfo más importante es el que conseguí ante Billie Jean King en semifinales".
A Martina ya se le preguntó sobre el futuro: "Voy a descansar cinco semanas y luego prepararé el Open de Estados Unidos". Martina, que ha ganado cuatro torneos de Winibledon, un Roland Garros y uno de Australia, jamás ha vencido en el Open estadounidense.
La velocidad, la fuerza, el poder de Martina, totalmente superior al del resto de sus competidoras, permiten ya especular sobre cual sería el papel de Martina en una competición masculina: "Creo que sería bueno para mi. Tengo más velocidad que muchos hombres, pero no su fuerza. Ganaría algunos partidos y, desde luego, mi fuerza aumentaría. Lo que más me diferencia de ellos es la fuerza de su primer servicio, que yo jamás podré compensar".
La final masculina que disputan hoy John McEnroe y Chris Lewis tiene, lógica e históricamente, un claro favorito. McEnroe debe ganar, por su mayor calidad de juego que le ha mantenido entre los tres mejores jugadores del mundo en los últimos cuatro años. La historia está también a su favor: jamás un jugador no cabeza de serie ha ganado un set en la final del torneo. Lewis es el séptimo jugador en los 106 años de Winibledon que llega a la final sin ser cabeza de serie, el último fue el alemán Wilhelm Bungert, en 1967.
McEnroe jugará su cuarta final consecutiva. Las tres anteriores han sido preciosas y emocionantes. En 1980, perdió con Bjorn Borg por 18-16 en el tie break del cuarto set, y 8-6 en el quinto set en el partido considerado como el mejor de los últimos años. En 1981, ganó a Borg en cuatro sets, y rompió la racha de cinco victorias consecutivas del sueco. En 1982, perdió con Jimmy Connors en cinco mangas.
Chris Lewis estuvo a punto de retirarse a principios de este año porque, pese a sus 26 años, su clasificación estaba descendiendo apresuradamente. Lewis se dio una última oportunidad, se entrenó a fondo y aprendió kárate.
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