Discretos síntomas de reanimación del mercado
Las bolsas españolas recuperaron ayer una parte de su perdido pulso como consecuencia, según se afirmaba en los parqués, de la animación que han introducido las operaciones recientemente anunciadas. Por una parte, las previsibles ampliaciones de capital que se iniciarán el próximo mes de julio, y por otra, operaciones del tipo de Campsa, parecen haber despertado algún interés entre los operadores a, corto plazo, que ayer comenzaron a desperezarse, alargando sus tentáculos hacia algunos valores concretos, especialmente localizados en los sectores de constructoras y químicas.El volumen de negocio se redujo sustancialmente durante las reuniones de ayer, y como nota destacable se apuntó la creciente debilidad de los valores eléctricos, a los que no parece haber nada ni nadie capaz de sacarles del profundo ostracismo en el que se encuentran inmersos. Tan sólo Eléctricas Reunidas de Zaragoza rompía este esquema genérico, y se apreciaba la presencia de una demanda bastante bien nutrida que le llevaba a marcar dinero sin operaciones al 152%, siete enteros por encima de su último precio, en el mercado madrileño. Por su parte, en Barcelona, el precio de estos títulos se situaba a 151% con dinero al cierre de la jornada.
Por su parte, los valores bancarios continuaron mostrando un predominio de los restos vendedores, que se traducía a algunas pérdidas en los precios de las acciones de los grandes del sector, entre las que se intercalaban varias repeticiones. El volumen global para estas entidades de títulos puestos a la venta, y sin contrapartida compradora, ascendió ayer a la poco representativa cifra de 43.327 acciones en Madrid. Las mayores aportaciones a este saldo final correspondieron a Benesto y Central, con poco más de 10.000 acciones, lo que da una clara idea de la escasa importancia de estos restos vendedores.
Posiblemente es en el grupo bancario donde viene quedando puesto de manifiesto con mayor claridad el escaso espíritu de combate de los vendedores que viene definiendo el comportamiento de los mercados de acciones en las últimas reuniones. Para algunos especialistas, la razón que justifica la escasa comparecencia de vendedores en los corros bancarios la determina la escasa presencia de títulos de estas entidades en las carteras de los inversores institucionales más importantes. Según este criterio, una nutrida representación de las sociedades de cartera más importantes apenas reunirían unos pocos miles de títulos en sus respectivas partidas de activo, de los que, en principio, no estarían dispuestos a desprenderse aunque no fuera más que por mantener una presencia testimonial. El resto de los títulos estaría repartido entre accionistas más o menos alejados de las operaciones bursátiles diarias, y en las propias sociedades instrumentales de los bancos o constituidas en autocartera.
De las reuniones de esta mañana se espera la confirmación de este discreto despertar del mercado. Lo cierto es que ayer se incorporó un número realmente reducido de inversores, y por tanto es bastante dificil establecer el posible alcance de este conato de reactivación, que por el momento no pasa de ser un apunté de intenciones que se ha encargado de restar brillo Telefónica con la pérdida de un entero que registró.
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