Dos presos de la cárcel de Málaga se fugaron con ayuda del exterior

Dos presos de la cárcel de Málaga se fugaron, en la madrugada de ayer, por una de las terrazas exteriores del centro, desde la que saltaron a la calle ayudados por una cuerda. Los fugados son Asensio Bernal Estrella, de 29 años que cumplía una condena de siete años por robo, y Rafael Caparrós Sánchez, de 23 años, condenado a cinco meses de arresto por utilización ilegítima de un automóvil.Los internos serraron un barrote del servicio de la brigada, desde donde saltaron a un patio y escalaron hasta la terraza de la enfermería, en la parte trasera de la prisión. Desde ahí, con una cuerda amarrada a una de las viviendas que hay enfrente, los presos bajaron a la calle. Es seguro que varias personas apoyaron la fuga desde el exterior, tanto para introducir la cuerda que se llevó a cabo con un sedal, como para sujetarla en la vivienda y hacer una rampa.

Los guardias civiles que vigilan en las garitas de la prisión -a unos 15 metros del lugar por el que produjo la fuga hay una garita- no detectaron nada hasta el final, momento en el que un guardia civil hizo tres disparos al aire. Disparar en ese lugar es enormemente arriesgado, ya que la cárcel está rodeada de edificios, situados a menos de 20 metros.

Tanto Asensio Bernal como Rafael Caparrós están considerados como peligrosos, según las declaraciones del director de la prisión, Amancio Alcántara. Asensio Bernal, además de la condena mencionada, está endiente de siete juicios como presunto autor de otros tantos robos, y Rafael Caparrós, de tres por el mismo motivo.

La semana pasada se llevó a cabo un registro en la brigada en la que estaban estos presos, encontrándose navajas, cuchillos, estiletes, un trozo de cuerda y varias anillas similares a las que utilizaron los reclusos en la fuga para descolgarse hasta la calle. La cárcel de Málaga es, en estos momentos, una de las más masificadas de España, con una población media de 550 reclusos, a pesar de estar proyectada para un máximo de 250.