Un centro de investigación deportiva, protagonista de la asombrosa recuperación de José Luis González
José Luis González ha reaparecido con éxito después de un año inactivo; Juan Carlos Vallejo ha batido todos los récords de la piscina de Indiana; Jarmila Kratochvilova está a punto de superar a Marita Koch al estar mejorando su salida -el jueves realizó la mejor marca del año en 400-. Detrás de cada historia hay un denominador común: los avances técnicos de la ciencia al servicio del deporte. Todos los movimientos de las primeras figuras mundiales están registrados a través de una computadora, que desvela la diferencia que les separa todavía de la perfección absoluta. Son los servicios que prestan los centros de investigación deportiva en todo el mundo, y uno de éstos está dando sus primeros frutos en España.
Hace años que la ciencia se puso al servicio del golfista Jack Nicklaus, del tenista Jimmy Connors, o del atleta Mae Wilkins. Las universidades americanas se pusieron por delante de las de Colonia y Leipzig. Hoy ya es un servicio corriente de la elite. Por ejemplo, Martina Navratilova tiene a su disposición un equipo de cuatro personas: dos médicos, especializados en dietética y sistema nervioso, una entrenadora física y amiga íntima, Nancy Liebermann; y el entrenador Mike Estep, sustituto de Renée Richards. Tras el fracaso en Roland Garros rompió con la entrenadora Renée, pero jamás lo hará con su ordenador, que le acompaña hasta en la pista, y que le designa la táctica.En 1981, los duelos que mantuvieron por separado Coe y Ovett en la milla les consagraron como estrellas del atletismo. Pero ello dio oportunidad a que varios teloneros adquirieran también popularidad con la consecución de marcas importantes, que llegaron a resultar amenazadoras para los ases británicos. El público comenzó a tomar partido por Robinson, Scott, Maree, Wessinghage, Walker, Coughlan y José Luis González, un público deseoso de encumbrar nuevos ídolos.
González llegó a ser uno de los predilectos a raíz de una milla fabulosa que corrió en Londres en 1979, y de realizar en 1981 la cuarta mejor marca de todos los tiempos en esta distancia. El atleta español llegó a encabezar la lista de candidatos a destronar algún día a Coe y Ovett. Una extraña dolencia le llevó a desaparecer de las pistas. El equipo médico de la Federación Española prácticamente le desahució para el atletismo. Ahora, en su primera salida al extranjero, ha vuelto a asombrar al ganar a Ilg y Wessinghage en un 3.000 celebrado en Florencia, y al mismo Sebastian Coe el viernes en París.
Pero detrás de la recuperación de José Luis González ha estado el mismo servicio que en Estados Unidos encumbra a los grandes deportistas, como Connors o Lewis.
José Luis González llegó al centro de investigación deportiva creado en España, Biocybertek (una empresa comercial), cuyos equipos médicos le recuperaron a un 54% de la relación fuerza/potencia exigida para correr los 1.500 metros por debajo de 3.35. Después de casi seis meses de estudios y tratamientos, está a un 91%. Los ejercicios isocinéticos, que son difíciles de cuantificar porque el peso a levantar no se distribuye simétricamente, le han permitido mejorar en un 250% su asimilación de carga.
La biopsia realizada al atleta reveló que sus fibras le permitirán correr la distancia en menos de 3.30 -el récord mundial está en 3.31.36-, y ahora sólo tiene que estimular el nervio que vaya en busca de ese tipo de fibra que se precisa para correr más rápido, fibra que suele permanecer inactiva porque reacciona ante el dolor que ocasiona la segregación de ácido láctico.
A igualdad de condiciones entre los grandes campeones, siempre gana el que logra que todas sus fibras musculares trabajen durante la carrera. Unos lo logran con los fármacos y otros con los entrenamientos dirigidos a estimular esas fibras que, de permanecer latentes, restarán la posibilidad de arañar segundos al cronómetro.
El atleta español tiene las características ideales del corredor de 1.500. Tiene una estructura corpórea longilínea y una biomecánica fácil. Sólo precisa mejorar la relación fuerza/potencia, una mayor adaptación específica para su prueba y un entrenamiento psicológico para ser un gran campeón. A estas conclusiones se llegaron después de los estudios realizados con González.
Para la elaboración de estos programas de desarrollo se analizaron y comparararon paramétricamente, mediante sofisticados productos físicos y lógicos informáticos, todos los valores y datos obtenidos en las pruebas realizadas, algunos de los cuales ya fueron aportados por el propio atleta y su entrenador. De esta forma se obtuvo el perfil real y funcional de José Luis González.
Los programas entregados a José Luis González y a Martín Velasco, su entrenador, fueron de entrenamiento suplementario (isotónico, isocinético, omnicinético), con algunas correcciones a su programa de entrenamiento específico. Las pruebas realizadas demostraron que el entrenamiento seguido por González a instancias de su preparador, Martín Velasco, eran las adecuadas para su distancia y su temporada. de competiciones, a criterio de Biocybertek.
Los costes reales del programa fueron 232.000 pesetas; la Federación Española de Atletismo, en virtud de un convenio y aprovechando la fase de Biocybertek, sólo ha pagado 25.000 pesetas.
Digitalización de la KratochvIiova
Todos estos estudios que realiza Biocybertek fueron conocidos por Kovacs, entrenador de Jarmila Kratochvilova, cuando ambos estuvieron en España en febrero. Éste solicitó que se realizara un estudio biomecánico a su atleta con el fin de que mejorase la salida. Para ello, Kratochvilova realizó en el INEF de Madrid varias series de 200 metros a un 90%, para que fueran filmadas sus acciones. Luego se compararon sus movimientos, digitalizándolos, con los de un muñeco electrónico que ejecuta las acciones ideales, para comprobar las desviaciones en las resultantes de cada segmento del cuerpo.Se llegó a la conclusión de que la atleta no tiene desarrollados músculos específicos complementarios para tener una salida explosiva. Existe contraposición de grupos musculares, lo que ocasionó al atleta una rigidez de la cintura escapular y pelviana.
También se comprobó que el aumento de un centímetro en cada zancada convertiría a Kratochvilova en invencible. Los ejercicios isocinéticos serían los únicos que permitirían un desarrollo compensado de todos los músculos.
Doce nadadores del Canoe también han sido examinados. Las biopsias han descubierto un desarrollo muscular fuera de lo común en Juan Carlos Vallejo. Éste comenzó de inmediato los programas específicos de mejora y ya ha batido dos récords de la piscina de Indiana, establecidos en su día por Mark Spitz y Montgomery.
Los estudios realizados en España son similares a los que quiso poner en práctica Benito Castejón en el Consejo Superior de Deportes (CSD) y que posteriormente fueron paralizados por Jesús Hermida. El único superviviente del equipo, a cuyo frente estaba José María Eguidazu, es Alfredo Jiménez, que es quien ha puesto en marcha el centro, bajo los mismos sistemas que siguen en EE UU.
No se puede llegar a afirmar que estos sistemas entrenan a los deportistas por ordenador. El entrenador siempre será imprescindible; porque siempre puede servirse de la ciencia cuando sus ojos no pueden percibir todas las sensaciones de su deportista. Al entrenador se le entregan todos los datos y es él quien, una vez conocidas todas las posibilidades, puede orientar mejor la preparación de los atletas.
Gracias a la perfecta simbiosis entre atleta, entrenador y ciencia, José Luis González ha podido salir de un año de inactividad y batir a Sebastian Coe con la segunda mejor marca del año.
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