Lozano, oriundo

Todos los españoles no somos iguales ante la ley a pesar de que proclame lo contrario el artículo 14 de la Constitución. Somos iguales mientras no nos dediquemos al Fútbol, porque la Federación Española con sus peculiares reglamentos todavía condiciona los derechos de los ciudadanos. Juan Lozano Bohórquez, natural de Coria del Río y con pasaporte español sólo puede jugar en su país en calidad de oriundo, calificativo que en este caso resulta discriminatorio e insultante.La Federación Española de Fútbol estableció en junio de 1979, que aquellos españoles que no llevaran residiendo en España diez años ininterrumpidos ocuparían plaza de oriundos, eufemismo que, como está repetidamente demostrado, permitió que pudieran acceder a la selección nacional jugadores que llegaron con pasaportes falsificados.

Incluir a Lozano entre quienes han de ser tres veces internacionales para ser españoles de pleno derecho es, cuando menos, sarcástico. La Federación siempre consideró a los futbolistas ciudadanos de segunda sin derechos tan fundamentales como el de poder acudir libremente a los tribunales ordinarios. "Los españoles son iguales ante la ley sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social", dice la Constitución. Lozano, emigrante forzado, vuelve a España por una puerta falsa. Así son los leguleyismos de Porta.