Quieren más dinero

Porta y Núñez anuncian la guerra. Porta, que es quien dirige el mundo del fútbol, y Núñez, quien medita las acciones económicas para salvar de la bancarrota a los clubes, están dispuestos a plantearle una batalla frontal al Gobierno en el tema de las quinielas. Desde la federación se considera escaso el porcentaje del 1% que se recibe como canon de los ingresos del Patronato de Apuestas Mutuas Deportivo Benéficas y que se reparte entre las tres categorías nacionales. El presidente del Real Madrid, Luis de Carlos, cuando se pactó el 1% lo consideró una limosna. Los clubes de fútbol, dan por supuesto que son quienes producen un río de millones, pero olvidan que las quinielas no son un patrimonio futbolístico, sino del Estado. El dinero de las quinielas es un componente más de los presupuestos generales del Estado. Resulta ciertamente complicado extraer de ellos un bocado destinado a sociedades privadas como son los clubes de fútbol. La federación se sintió feliz cuando arrancó el porcentaje inicial, puesto que consideró que lo importante era abrir el camino a la negociación.Los clubes tienen la posibilidad de variar las fechas de los encuentros y boicotear las apuestas. Los clubes pueden adoptar medidas de fuerza, pero pueden encontrar también respuestas contundentes. Existen promesas verbales -para el aumento) de percepciones- hechas desde un sector socialista bajo condición de que se cree la liga profesional. La federación no está por el cumplimiento de su parte.