España y Francia cooperarán conjuntantente en el desarrollo de Guinea Ecuatorial

En los contactos que mantendrán a partir del domingo el presidente Felipe González y el primer ministro francés, Pierre Mauroy, durante la visita privada que este último realizará a Madrid, puede quedar concretada la cooperación que los dos países desarrollarán en Guinea Ecuatorial, una vez que la ex colonia española se integre en la Unión Aduanera del África Central, zona que comprende a las naciones vecinas y que pertenecen a la llamada zona del franco.

El Gobierno español, según dijo el martes el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, a la comisión interministerial para la cooperación con Guinea, no está dispuesto a una operación a gran escala de apoyo monetario a la divisa guineana (convertibilidad del ekuele) ni al consiguiente refuerzo de la presencia militar en el territorio para proteger los intereses españoles, como consecuencia de una más amplia cooperación. La impresión sacada por algunos de los participantes en esta reunión es que el tema guineano figurará entre los que traten Felipe González y Pierre Mauroy este fin de semana.La reunión interministerial, en la que participaron unos 30 representantes de la Administración, incluidos los militares, fue convocada con urgencia por el ministro Morán para elaborar un plan de acción respecto de Guinea Ecuatorial, ante la tensa situación creada en las relaciones bilaterales por el caso del sargento, asilado en la Embajada española en Malabo, y cara a la reunión, el próximo día 20 en Madrid, de la comisión mixta hispano-ecuatoguineana, con la presencia de varios ministros guineanos.

Sin embargo, según comentaron algunos de los participantes, la ausencia de una formulación política por parte del Gobierno sobre las intenciones reales de la cooperación con Guinea Ecuatorial hizo que en la reunión se aprobara solamente el presupuesto de ayuda para este año, que asciende globalmente a 1.615.771,350 pesetas. Este presupuesto fue refrendado el miércoles por el Consejo de Ministros.

Nuevas tensiones en Guinea

La celeridad dada al tema, incluso antes de que las Cortes den su aprobación final a los Presupuestos Generales del Estado está motivada por las presiones que el Gobierno de Teodoro Obiang está realizando desde hace días sobre la colonia española en Guinea y por el incumplimiento de lo pactado con Morán sobre las visitas de diplomáticos españoles al sargento Venancio Mikó. Las nuevas tensiones obligaron ayer al Ministerio de Asuntos Exteriores a incorporar con urgencia a su puesto en Malabo al nuevo embajador de España, Antonio García Abad, que viajará el sábado.El presupuesto de ayuda a Guinea es básicamente, en su cantidad global y en el reparto por ministerios, el mismo del año anterior, lo cual significa que sigue siendo una cooperación que no contiene ningún proyecto productivo de cara a la creación de riqueza a largo plazo en el país, dijeron a EL PAIS algunos miembros de la comisión interministerial. El 25% de los 1.615 millones se dedican al mantenimiento de la cooperación, lo cual en cualquier programa de desarrollo representa prácticamente un crecimiento cero de recursos.

Por capítulos, los gastos de la Policía Nacional y el mantenimiento de los Aviocar y las dos corbetas (que ya han sido retiradas, aunque aparecen todavía en el presupuesto de este año), representan 165 millones de pesetas. El Ministerio de Cultura manejará 18 millones, Trabajo, 29 millones, Obras públicas, 42 millones, y Agricultura; 110 millones. La televisión guineana nos cuesta 20 millones de pesetas y se calcula que existen unos 50 aparatos receptores en todo el país, frente a la población de 300.000 habitantes.

A la cifra global de 1.615 millones de pesetas hay que añadir el costo de la nómina de los cooperantes españoles, que siguen cobrando de los respectivos ministerios y que, aparte de su sueldo mensual reciben un mínimo de 4.000 pesetas diarias en concepto de dietas.

Un informe elaborado por Comercio aconsejó recientemente al presidente González que Guinea se integre en la zona del franco y España coopere con Francia en proyectos de desarrollo.