Jóvenes estudiantes de la RFA denuncian prácticas represoras en residencias del Opus Dei
Las crónicas del corresponsal en Madrid del diario conservador Frankfurter Allgemeine, Walter Haubrich, y del corresponsal en Roma del mismo periódico, eran sistemáticamente censuradas y arrancadas del diario por el director de la residencia estudiantil del Opus Dei Althaus, en Bonn, según informa el diario de Colonia Koelner Stadt Anzeiger, en un amplio informe sobre jóvenes que abandonaron la organización.
El informe del periódico compara al Opus con las sectas juveniles y denuncia que la Iglesia católica no intervenga, para impedir la presión psicológica que se ejerce sobre los jóvenes afiliados a la organización.Hans Peter Breuer, de 28 años, relata que el Opus le prohibió seguir un curso de canto, tuvo que entregar su traje de terciopelo, las llaves del coche y sus ingresos como ayudante en la Universidad, al director de la casa donde residía. El joven habla de "terror psicológico", y explica que se autocastigaban con cilicios, tenían que dormir en el suelo y se sometían a diferentes formas de sacrificios, que para una mentalidad centroeuropea resultan incomprensibles.
Breuer explica que durante la visita del Papa a la República Federal de Alemania uno del grupo abandonó el Opus y los que quedaron en la casa tuvieron que disciplinarse. A Breuer le dolieron durante mucho tiempo las posaderas tras ser tratadas con el látigo.
Un estudiante de derecho de 25 años explica como le llevaron a reuniones del Opus a una casa de Colonia, con el nombre de Comunidad Cultural Estudiantil. El estudiante dice que en el Opus se le quitó completamente la capacidad de decisión, y el director espiritual, por lo general un estudiante de cursos más avanzados, se convierte en una especie de super ego, que asume plenamente la autoridad paterna. "Uno llega a actuar completamente sin voluntad propia, entregado por completo".
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