Destituciones en la policía francesa tras la manifestación del pasado viernes en París
No se excluye que algunos responsables de la policía francesa hayan jugado un papel sedioso en la organización y desarrollo de la manifestación de las fuerzas del orden del viernes pasado, que ha sido convocada por dos sindicatos de derecha y de extrema derecha, respectivamente.
El Gobierno socialista ha reaccionado de manera inmediata destituyendo al director general de la Policía Nacional y al prefecto de París, al tiempo que ha ordenado una investigación que presagia nuevas y duras sanciones.Jean Perier, prefecto de París presentó la dimisión antes de que se dispersara la manifestación del viernes último. Paul Cousseran, director general de la Policía Nacional, fue destituido en el mismo momento. A ambos se les reprocha la imprevisión de algo que era fácilmente previsible: la degeneración del desfile policial de anteayer, que en principio era una simple protesta profesional originada por la muerte de dos policías en acto de servicio, pero que se sabía cargada de significación política.
Dicha manifestación, en la que se calificó de asesinos al ministro de Justicia, había sido convocada por la Federación Profesional e Independiente de la Policía (FPIP), sindicato de extrema derecha, próximo al Frente Nacional de Jean-Marie le Pen (presente en la manifestación), el movimiento fascista francés.
La representatividad de la FPIP es muy baja. Conviene saber que en Francia la sindicación es fuerte en el cuerpo policial: el 70% de los 130.000 funcionarios pertenece a algún sindicato.
El menos representativo es precisamente el de extrema derecha FPIP, que agrupa a un 2,38%. La Federación Autónoma de los Sindicatos de Policía (FASP), con más de un 60% de afiliados, es la central más potente. La base de la FASP es diversa, pero su dirección se considera sensible a la izquierda.
Este último sindicato precisamente había convocado en 1979 una manifestación para solicitar la mejora de medios contra la criminalidad y reunió en la calle a cerca de 7.000 policías.
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