Luis de Pablo,
que recientemente obtuvo en Madrid un gran éxito con el estreno de su ópera Kiu, cambió el viernes el rostro de la felicidad por el de la perplejidad: unos extraños ladrones penetraron en su casa de Villalba, en la provincia de Madrid, le sustrajeron algunos objetos de arte y luego pintarrajearon con sprays la entrada del domicilio. Entré los graffiti, uno decía: "Músico loco", y otros eran de tono diferente, siempre insultante. Junto a las pintadas, un rótulo: "FN". Nadie ha reivindicado la acción.
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