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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La existencia de Israel

LA AUTORIZACIÓN del Gobierno a la compañía Iberia para que realice vuelos regulares a Israel y la reciprocidad a la compañía El AI es un modesto paso adelante en una aproximación diplomática entre aquel país y el nuestro. Y sería deseable que constituyese un paso real y efectivo, cara al establecimiento de relaciones diplomáticas. El arabismo interesado del régimen anterior tenía una procedencia histórica peculiar: España -Franco- favoreció las independencias de los países islámicos, como parte de su contribución al esfuerzo hideríano de romper los ímperios coloniales de Francia. y Reino Unido. Luego recogió algunos frutos diplomáticos cuando los nuevos dirigentes árabes le ayudaron a romper por un costado el cerco de los países aliados vencedores en la guerra. Y lo pagó desconociendo a Israel, con lo que dilapidó el esfuerzo real que había he cho, protegiendo a sefarditas y judíos centrocuropeos durante la segunda guerra mundial. Más tarde, la presión del petróleo obligó a continuar esa postura irregular, sin que, por otra parte, España haya conseguido mejores ventajas petroleras que otros países con relaciones normales con Israel.Todo esto tiene poco que ver con una política realista, con la España actual y con un concepto claro de las relaciones internacionales. Hay en estos momentos unas culpabilidades considerables del actual Gobierno de Israel, de su primer ministro Beguin y del fantasma poderoso del general Sharon, que repugnan no sólo a la opinión pública española, sino a amplios sectores de la propia población israelí. Pero el estudio y condena de esa culpabilidad no debe mezclarse con el reconocimiento de un Estado. España tiene relaciones diplomáticas normales, y hasta viajes de representación, con muchos países cuyos regímenes o cuya actitud general ofenden a los derechos humanos y a la idea de libertad. Y no debería olvidarse que, con todos sus defectos, el régimen. israelí es una democracia que reconoce la disidencia y da cauce a la protesta.

Con las relaciones diplomáticas no se reconoce un Gobierno, no se consiente o se hace cómplice de sus actitudes: son los pueblos los que están relacionados, y los Estados. Las irregularidades de constitución del Estado de Israel están en la historia; el derecho del pueblo palestino a su nacionalidad, su tierra y su autogobierno sólo es posible de ser exigido desde el entendimiento de esta realidad.

Un país no comparte necesariamente las acciones de aquel con quien mantiene relaciones diplomáticas: la diplomacia es precisamente una manera de reducir conflictos y tensiones. España mantiene relaciones diplomátícas con prácticamente todos los países del mundo, sin que ello signifique aprobación o repulsa de sus regímenes y comportamientos. Israel no puede ser por más tiempo la excepción.

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