Madrid recupera la figura del ilustrador Rafael de Penagos

Mediante la publicación de una monografía y la presentación de una exposición de sus dibujos, Madrid recupera la figura de uno de sus principales cronistas gráficos, el ilustrador Rafael de Penagos, forjador de una imagen sofisticada y, a la vez, incisiva de la ciudad en la década de los veinte.El pasado miércoles se celebró el acto de presentación de la monografía editada por Espasa Calpe que sobre el dibujante Rafael de Penagos ha realizado el crítico A. M. Campoy. La presentación, que contó con gran asistencia de público y la presencia de numerosos rostros famosos del mundo cultural madrileño, se celebró en el marco de la Exposición Penagos, que actualmente se celebra en la sala de exposiciones Mapfre y que reúne unas 80 obras. Entre ellas figuran carteles, portadas de publicaciones, ilustraciones, bocetos publicitarios y otros dibujos del artista.

Rafael de Penagos Zabaland (1889-1954) fue seguramente el dibujante más célebre de su tiempo, alabado tanto por su talento de cartelista como por sus ilustraciones de Mundo Gráfico, La Esfera, La Novela Semanal o las publicaciones de Calleja. Formado en su Madrid natal, viajó posteriormente a París y Londres pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios, lo que le permitió, sin duda, imprimir a su lenguaje gráfico un sello cosmopolita, muy al gusto déco, pero al que Penagos supo dar con talento un marcado giro personal.

De ello nos da idea la medalla de oro con que fije reconocido su trabajo en la famosa Exposición de artes decorativas de París de 1925. Durante la guerra civil, Penagos tomó partido por la causa republicana, y participó en los servicios de propaganda, por lo que hubo de exiliarse en Chile al final de la contienda.

A ese exilio, al silencio que su compromiso político impuso en los años de la dictadura, se refirió el alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, en el acto de presentación, como causas conscientes del relativo eclipse de la figura de Penagos.

Con anterioridad, el poeta Rafael de Penagos, hijo del artista, y A. M. Campoy, autor de la monografía presentada, habían hecho una semblanza humana y profesional del gran dibujante, que esta exposición y este libro rescatan para el público madrileño de las nuevas generaciones.