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El Cádiz, un ascenso entre la cantera y fichajes modestos

Los aficionados al fútbol en la capital gaditana y en su provincia comienzan a estar acostumbrados a ver al conjunto amarillo entre los equipos destacados deI fútbol español, sin dejar de reconocer el carácter modesto del club, cuya política deportiva en los últimos años ha estado a caballo entre la potenciación de la cantera local y el reforzamiento de la plantilla con jugadores que, sin ser grandes figuras, han cumplido su papel con sobriedad y profesionalidad. Caso aparte fue la incorporación a principio de esta temporada del mundialista salvadoreño Mágico González, modesta figura que ha revalorizado su cotización tras un campeonato en el que sus cualidades deportivas han brillado a gran altura.

Cuando a las 19.40 horas del pasado domingo se entonaba el alirón en el Ramón de Carranza y el Cádiz quedaba finalmente como subcampeón en su categoría, se acababan de cumplir los objetivos marcados por la directiva a principios del último otoño: primero, de volver al equipo a la división de honor, después del último descenso por los pelos, y segundo, hacer un buen campeonato que dejara satisfechos a los 6.000 socios que componen la entidad deportiva actualmente, aparte del resto de los aficionados que domingo tras domingo acuden al estadio municipal, cedido al club gaditano por 50 años, y que próximamente será remozado según los proyectos de la directiva.Volver a la categoría perdida era la primera idea de Manuel Irigoyen, el presidente, que acaba de ser reelegido, y que ya en el año 1981 había disfrutado las mieles del triunfo con el ascenso. Con esta idea, los planes del club se centraron. en trabajar para situar al equipo entre los tres primeros. Se presupuestaron 120 millones de pesetas y se reforzó la plantilla con seis nuevos jugadores llegados de fuera: el yugoslavo Vojinovic, el salvadoreño Mágico González, un portero, Claudio, procedente del Spórting de Gijón, y con Pereira, Amuchástegui y Castro, que apenas han entrado en juego a lo largo de la temporada. Los tres primeros han supuesto sendos puntales en las sucesivas alineaciones: Claudio y Vojinovic, evitando goles, y González, haciéndoselos a los contrarios.

Pero si a lo largo de los últimos meses ha habido un hombre que creyese en el ascenso, ése ha sido el entrenador, el yugoslavo Dragoljub Milosevic. Con él se ha ascendido en dos ocasiones y se ha descendido en una, en la temporada en la que el Cádiz fue calificado como el equipo matagigantes. Ahora, los aficionados dicen de él que es un brujo o un adivino, por la sencilla razón de que sus pronósticos se han ido cumpliendo uno a uno, a pesar de la lógica. Aferrado a su pensamiento de triunfar, no le importó el descalabro de Sabadell; dijo que ganaría en Mallorca, que el equipo balear no puntuaría en el Bernabéu; ahora bien, sus mágicos pronósticos no llegaron a vaticinar que el Rayo Vallecano ganaría en La Coruña con todo en contra.

No todo han sido flores para Milosevic, un técnico que trajo Irigoyen al Cádiz hace cuatro años. Esta misma temporada ha sido acusado de no mantener la disciplina de los jugadores, sobre todo en la primera vuelta, cuando el equipo fallaba en casa, y de equivocarse en los planteamientos tácticos. No por eso se dejó influir, y una y otra vez, machaconamente, dijo que subiría, y con su tabla mágica de puntos y positivos lo demostraba a los informadores deportivos. Al final, de su mano, el Cádiz ha ganado seis partidos fuera de casa, y ha empatado el mismo número en campo contrario.

En el fútbol, espectáculo de masas por excelencia en nuestro país, todos opinan: es lógico; pero en los partidos quienes tienen que dar la cara son los jugadores, y cuando se triunfa, éstos son buenos, se revalorizan y sus presidentes habían bien de ellos. En la liga de los veinte, como algunos llaman a la Segunda División, el Cádiz ha obtenido el subcampeonato, y en el próximo año podrá volver a ser calificado de matagigantes. Por ahora, todo son parabienes y buenas palabras, se comienzan a hacer planes para el futuro: de nuevo, reforzar la plantilla, parece ser que conservar el entrenador -cuyo contrato finaliza el 30 de junio-, duplicar el número de socios y ampliar el estadio Ramón de Carranza.

Betis, Sevilla, Málaga y Cádiz serán los cuatro clubes andaluces que jugaran en Primera División la próxima temporada. Será Andalucía la comunidad autónoma con mayor presencia en la máxima categoría del fútbol nacional. El Cádiz ha logrado su tercer ascenso.

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