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Constitución de los nuevos ayuntamientos

Los votos de AP dan al PSOE ocho alcaldes en ayuntamientos andaluces con mayoría del PCA

El apoyo prestado por los concejales de la coalición AP-PDP-UL al PSOE para que este partido alcanzase las alcaldías de ocho localidades de las provincias de Granada, Córdoba y Málaga en detrimento del PCA, que disponía de más votos en todos los casos, provocó los únicos incidentes destacados en los actos de constitución de los ayuntamientos andaluces, según informan los corresponsales de EL PAIS en Andalucía.

En Albolote (Granada), el alcalde socialista recién elegido gracias a los votos aliancistas se vió obligado a dimitir de inmediato, ante las protestas de un numeroso grupo de vecinos, uno de los cuales llegó a arrojarle un zapato. Parte de los ayuntamientos de la región, entre ellos el de Sevilla, no se constituirán hasta hoy.El PSOE consiguió las alcaldías granadinas de Albolote, Iznalloz y Salar merced al voto favorable de la coalición conservadora, pese a que los comunistas habían logrado la minoría mayoritaria. Las airadas protestas de los simpatizantes comunistas -incluyendo un zapatazo hacia el nuevo alcalde- obligaron a dimitir a la efímera primera autoridad municipal de Albolote, lo que devolvió la alcaldía al PCA en segunda votación. En los otros dos pueblos los concejales del PCA se encerraron en los respectivos ayuntamientos, recibiendo la solidaridad de parte del vecindario, que se mantenía en actitud expectante ante las casas consistoriales. En Alhama de Granada la situación fue a la inversa: el PCA logró la alcaldía con apoyo de independientes, aunque los socialistas eran mayoritarios. Fuentes oficiales del PCA indicaban ayer a este periódico que el alcalde sería obligado a dimitir o, en su defecto, expulsado de este partido.

En la provincia de Córdoba se repitió la colaboración aliancista con el PSOE en las localidades de Montilla, Villafranca, Espejo y Benalcázar. En Montilla, socialistas y comunistas estaban empatados a concejales, ocho, aunque el PCA ganaba en votos populares. Se revivió la protesta de los pueblos granadinos con la particularidad de que el candidato comunista salió del ayuntamiento a hombros de sus partidarios, y el nuevo alcalde, protegido por los suyos. Los concejales comunistas se encerraron anoche con numerosos militantes. En Córdoba capital, por el contrario, Julio Anguita recibió el apoyo, legalmente innecesario, de los concejales del PSOE, cuyo portavoz explicó que querían mostrar de esa forma su voluntad de colaboración con el grupo mayoritario para resolver los problemas de la ciudad. En el acto de toma de posesión, al que asistió un grupo de turistas rusos, el portavoz de AP-PDP-UL pidió "que el Espíritu Santo nos ilumine". En Baena los comunistas votaron contra el alcalde socialista.

Pero ha sido Estepona (Málaga) la población más importante afectada por las incidencias municipales de ayer. El anterior alcalde, Antonio Murcia, del PCA, perdió el sillón a pesar de contar con diez escaños (le faltaron 150 votos para lograr la mayoría absoluta), ya que los dos concejales de AP, los tres del CDS y los seis del PSOE permitieron al socialista Miguel Castro quedarse con la alcaldía. El suceso originó manifestaciones de protesta en esta localidad de la Costa del Sol y tendrá repercusiones en el futuro, pues el desacuerdo en este municipio evitó el pacto PSOE- PCA en otros catorce de la misma provincia, en la que los socialistas han duplicado sus alcaldías de 1979.

En Cádiz los enfrentamientos ocurrieron en el ayuntamiento de San Fernando, donde Avelino Arias, del PSA, consiguió la reelección merced a los votos de la coalición AP-PDP-UL, acusándole el portavoz socialista de chalaneo político. En la capital, un grupo de parados que mantiene un encierro en el convento de Santo Domingo se desplazó al ayuntamiento, donde desplegaron pancartas reivindicativas. En Almería, aunque no hubo pactos de izquierda, el PCA dió sus votos sin condiciones a los candidatos socialistas mejor colocados.

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