_
_
_
_

UGT mantendrá su actual equipo dirigente para garantizar la continuidad de su política sindical

El 33º Congreso Confederal de la Unión General de Trabajadores (UGT), que se celebrará en Madrid del 1 al 5 de junio próximo, no supondrá ningún cambio sustancial en la política y estructura del sindicato. El congreso reforzará los poderes de la Comisión Ejecutiva y, con toda probabilidad, los hombres que actualmente vienen desarrollando las tareas de dirección. Algunas secretarías desaparecerán (Emigración) y otras sufrirán una transformación -en algún caso, como las de Relaciones Sindicales y Acción Reivindicativa- para evitar tensiones entre sus titulares. En cualquier caso, el 33º Congreso se perfila como de continuidad y sin sorpresas.

Más información
El problema de la financiación

Dos de las secretarías, Relaciones Sindicales y Acción Reivindicativa, que más tensiones han generado dentro del seno de UGT serán sustituidas y sus funciones claramente diferenciadas a partir del próximo congreso del sindicato. La similitud de funciones entre Relaciones Sindicales y Acción Reivindicativa había provocado en más de una ocasión que los titulares de las mismas, José Luis Corcuera y José María Zufiaur, respectivamente, protagonizarán enfrentamientos más o menos agrios, que siempre fueron discretamente ocultados por la estructura del sindicato.En el nuevo esquema que habrá de aprobar el congreso, José María Zufiaur pasará a ocupar una nueva secretaría, la de Relaciones Institucionales, con un contenido mucho más diferenciado. Será quien se encargue de coordinar y desarrollar todos los contactos con los poderes públicos. Los próximos meses se prevén de gran actividad, con las reuniones preparatorias del Consejo Económico y Social y el plan cuatrienal del Gobierno.

Por su parte, José Luis Corcuera seguirá al frente de su secretaría, que pasará a denominarse de Política Sindical. Sus funciones serán las mismas que hasta ahora ha venido llevando a cabo y fundamentalmente se centrarán en la negociación con otros sindicatos y patronal, teniendo a su cargo el desarrollo de la estrategia sindical de UGT y de la política de concertación que asuma en el futuro.

Dos secretarías desaparecerán en el nuevo esquema, la de Documentación y Estudios y la de Emigración -aún no está decidido si correrá la misma suerte la de Relaciones Internacionales-, y otras dos más, las de Propaganda y Prensa, se refundirán en una sola. La de Propaganda está actualmente en manos de Miguel Ángel Ordóñez, que pasar a a asumir la de nueva creación. Manuel Chaves, actual secretario de Prensa e Información, dejaría este cargo, aunque no abandonaría la dirección del sindicato.

Manuel Chaves, el hombre enlace con el PSOE, pasará a ser lo que algunas fuentes han denominado consejero áulico de la secretaría general, es decir, del propio Nicolás Redondo. Chaves, diputado socialista y dedicado desde hace muchos meses casi con exclusividad a tareas del partido, ocupará una de las cuatro secretarías confederales, sin función concreta. El número de estas secretarías se pretende, además, ampliarlo a seis.

Más poderes para Organización

El resto de las secretarías permanecerá como están, salvo que una maniobra iniciada para potenciar la de Organización, hoy en manos de Antón Saracíbar, el hombre de las elecciones sindicales y del grupo vasco de la central socialista, diera resultado.La Federación de Vizcaya ha presentado una ponencia sobre organización y estatutos que plantea la integración de la secretaría de Administración en la de Organización, pasando a denominarse de Organización y Finanzas. Las cuentas de la central estarían así controladas por Saracíbar que tendría en sus manos dos de las secretarías más fuertes. No obstante, fuentes del propio sindicato quitaron viabilidad a esta propuesta.

No parece probable, sin embargo, que se produzcan sorpresas respecto a las personas que ocuparán los cargos de dirección. José María Zufiatir no abandonará la ejecutiva, como él mismo había insinuado hace unos meses, y posiblemente Manuel Simón continuará al frente de la de Relaciones Internacionales, siempre que no se lleve a cabo su desaparición, como propugna la postura oficialista. Existe la duda respecto al papel futuro de Juan Mazarrasa, actualmente adjunto a Organización y que podría ser relanzado hacia la de Formación, que se encuentra actualmente vacante.

Otra de las modificaciones que podría surgir del congreso, y que está defendida por diferentes federaciones y uniones, es el período para la celebración de los congresos. La propuesta, que cuenta además con el apoyo oficial de la actual ejecutiva, se inclina por ampliar en un año el mandato, estableciendo que los congresos se celebren cada cuatro años, y no cada tres como hasta ahora ha venido sucediendo.

Buscar la contestación

La falta de nervio con que se presenta este 33º Congreso está empezando a preocupar en determinados sectores del sindicato. La aprobación por parte del último Comité Confederal de la gestión de la ejecutiva en su totalidad y no por cuatrimestres, como era práctica habitual, ha quitado en gran parte el interés que en este aspecto podía ofrecer el congreso.Los sectores, cercanos a la actual ejecutiva, que desearían una mínima contestación por parte de federaciones tradicionalmente críticas, confian en que la de banca y construcción den un poco de marcha a un congreso que lleva camino de desarrollar sus trabajos entre el tedio y el oficialismo.

Las dos federaciones están estudiando actualmente el papel a jugar en este aspecto. Por un lado, propuestas como la de ampliar el período entre congresos a cuatro años y el de la celebración del comité confederal de cuatro a seis meses, o el hecho de que la ejecutiva presente su informe de gestión directamente al congreso, separadamente del presentado por el propio comité, son puntos suficientes para plantear un vivo debate. Como lo es la política de concertación, contestada reiteradamente por la federación de Banca. Pero, por otro lado, sus posiciones -"compartidas en la barra del bar por otras representaciones, pero no apoyadas en los plenos"- quedarían como puramente testimoniales y "servirían para que los oficialistas tuvieran la justificación de que había sido un congreso abierto y pluralista".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_