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Primera mejora de la semana

Los mercados de valores consiguieron al fin quebrar la racha negativa que habían estado padeciendo en los últimos días y, sin que pueda hablarse de un cambio sustancial en la decoración del mercado, al menos sí se pudo observar una mayor presencia de órdenes compradoras que al final conseguían inclinar la balanza de los cambios del lado de las recuperaciones.La escasez de órdenes vendedoras significativas volvió a ser la característica que permitió operar con una cierta tranquilidad a los especialistas, quienes dieron muestras de alguna inquietud, ante el parón en su carrera alcista, que habían experimentado algunos de los valores en los que habían fijado con mayor intensidad sus intentos especulativos.

Además, los valores eléctricos parecían mostrar una clara resistencia a perder posiciones en relación a sus precios del pasado miércoles cuando, según los especialistas, tocaron su fondo actual. Esta recuperación de los valores eléctricos resultó francamente bien acogida por los asistentes a las reuniones, por cuanto viene a representar una confirmación de las tesis imperantes, que apuntan la posibilidad de que este sector adquiera una pujanza apreciable en un futuro inmediato.

Continuando con las eléctricas fue objeto de una atención especial el comportamiento de Eléctricas Reunidas de Zaragoza, sobre la que se volvía a centrar, con el furor del converso, la actividad compradora de un grupo bastante granado de inversores institucionales a los que se unían algunos operadores a corto plazo. Sobre este valor se ha desatado una auténtica oleada de rumores, en algunos de los cuales se ha dado entrada de forma definitiva a la libre fabulación. Las esperanzas, o quizá, los deseos de un amplio sector de los bolsinómanos se centran en la posibilidad de que se establezca alguna operación mágica en tomo a Reunidas. Las hipotéticas OPAS (ofertas públicas de adquisición de acciones) y sus no menos fantásticas condiciones circulan con la velocidad del relámpago por las salas de contratación.

Sin que resulte en absoluto descartable una operación de este tipo, la imaginación y el empeño en que la realidad se pliegue a los deseos de los propios inversores, puede terminar por jugar una mala pasada a éstos, y los beneficiarios definitivos de la corriente pueden resultar, una vez más, los representantes de los grupos más poderosos, que en definitiva mantienen una mayor proximidad a los grandes centros de decisión. El comentario, cargado de socarronería que en la mañana de ayer se podía oir en las bolsas, y que se resumía en "a ver quién es el que se queda el último con el ramo en la mano", venía a representar toda una síntesis de las opiniones de los habitualmente mejor informados.

En cuanto a los valores del grupo bancario, lo más destacable resultó el descenso que experimentaron los saldos vendedores de los principales integrantes del sector. No obstante, y continuando con la prudente política que han venido manteniendo a lo largo de las últimas reuniones, se guardaron muy mucho de echar las campanas al vuelo, y a pesar de que objetivamente podrían haber encarado algunas mejoras de cierta consideración en sus precios, se conformaron con unas discretas subidas, cargadas de un claro componente testimonial. En cuanto a Telefónica, sus precios volvieron a resultar exactos a los de la reunión anterior, mientras que en los corros se daba por seguro que está recogiendo del propio mercado una cantidad notable de sus títulos.

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