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Una persona presenció la muerte de un joven abrasado con una bombona de gas

Una persona presenció el domingo, a primera hora de la mañana, la autoinmolación de José Serrano Cobos, un joven de 24 años de edad, soltero, que murió abrasado en el interior de su automóvil, un Seat-600, matrícula M-910.291, estacionado en la calle de Navaridas, en un polígono industrial cercano a la Ciudad Pegaso, donde vivía con su familia. La existencia del testigo, que observó cómo el joven prendía fuego a una bombona de gas, recogida en las diligencias policiales, ha hecho que el caso se considere cerrado, aunque se desconocen los móviles que pudieran haber inducido a la víctima a su presunto suicidio.

En la mañana de ayer, los restos mortales de José Serrano fueron enterrados en el cementerio de Carabanchel. El cortejo fúnebre partió del Instituto Anatómico Forense a las 13 horas, después de la realización de la autopsia, que confirmó la muerte por quemaduras. El hecho ha conmocionado profundamente a los vecinos del bloque donde vivía el joven y, en general, a las personas que le conocían. El lunes, un grupo de vecinas del inmueble en cuestión, aseguraron que José Serrano era un muchacho afable, a quien le gustaba la vida familiar.El sábado cogió su coche y desapareció. La mayoría de sus familiares se encontraban en Nerja, asistiendo a la boda de otro pariente, por lo que nadie sabe ni dónde fue ni si ocurrió algo que pudiera impulsarle a tomar la decisión de quitarse la vida. Aunque se encontraba en paro, ayudaba en la carpintería que tiene un hermano mayor. El hecho de que pasara toda la noche fuera de casa alertó a la familia. Su madre, Ana Cobos, no conoce la forma en que murió. Sus restantes cuatro hijos han preferido guardar un piadoso silencio, en atención a su delicado estado de salud.

Fue Juan, su hermano mayor, quien pudo identificar el cadáver, que se encontraba completamente calcinado. Según los hechos que ha podido reconstruir la policía y otros testimonios, José Serrano debió aparcar el coche en la citada calle, se colocó una bombona de gas entre las piernas, abrió la espita y encendió una cerilla.

Los bomberos, avisados a las 8.41 del domingo por la policía, apagaron el fuego, pero ya era demasiado tarde para el joven. Sus familiares han desmentido, por otra parte, que el cadáver apareciera encadenado en el interior del vehículo.

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