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Los directivos de Televisión consideran que han marcado 'un hito' con el programa de ocho horas y media en directo

Televisión Española emitió anteayer noche un programa especial de ocho horas y media en directo sobre las elecciones municipales y autonómicas. Alrededor de 1.350 trabajadores y un presupuesto próximo a los cien millones de pesetas pusieron en marcha este programa que el director general de Radiotelevisión Española califica como "un hito" en la historia de TVE. También los profesionales del medio lo consideran un éxito a pesar de los fallos, lagunas de atención y la discutible decisión de alternar información y variedades.

"Espléndido. Esta es un hito", comentó José María Calviño, director general de RTVE, hacia las cinco de la madrugada de ayer en el vestíbulo de las instalaciones del pirulí, bautizadas por su predecesor Carlos Robles Piquer como Torrespaña. Era el primer descanso para periodistas y directivos de TVE, fatigados después de ocho horas y media de directo, satisfechos en general por el resultado. El director de TVE, Antonio López, sorprendió a Ramón Colom, director del programa especial, con la invitación a reunirse más tarde en Prado del Rey "para hacer una autocrítica".José Luis Balbín, director de los Servicios Informativos de TVE, comentó en el vestíbulo: "El mérito es de Colom". Horas antes, cuando se le había dado la enhorabuena, contestó con una frase similar que traslucía cierto conflicto de jurisdicciones o competencias: "La enhorabuena dádsela a Ramón Colom". Calviño y Balbín hicieron de anfitriones a los huéspedes que iban a ser entrevistados en el plató. Calviño llevó incluso personalmente algún recado a los periodistas, como las hojas del ordenador que iba facilitando los datos de los dos sondeos electorales elaborados por la propia TVE. Late, además, por todos los pasillos y despachos, la sospecha de que la indisolubilidad de Calviño-Balbín no va para largo.

Trabajadores de los Servicios Informativos dejaron caer que Balbín apenas había asistido a las reuniones preparatorias del programa y que todo su peso recaía sobre su subdirector, Enrique Vázquez, y sobre Ramón Colom. La Prensa, además, estaba alertada porque Balbín había intentado, hasta un día antes, que los informadores ajenos a RTVE no tuviesen acceso a las instalaciones. Hubo serias discrepancias en el comité de dirección de RTVE con la actitud inicial de Balbín, que, al final, fue desestimada.

Enrique Vázquez, de quien Baibín dijo más de una vez que era su "segundo a todos los efectos", precisa que Balbín sólo quería impedir que los periodistas entrasen en el estudio. Un guardia de seguridad ni siquiera dejó entrar al propio Antonio López y le mostró un folio con las personas autorizadas a pasar, que iba firmado por el propio Antonio López. Éste, que tiene más predicamento que Calviño y Balbín dentro y fuera de RTVE, recibió a la Prensa y mostró las instalaciones.

El periodista Enrique Vázquez aparenta ser el embajador de Balbín y está encantado con la TVE, en cuyo organigrama está instalado: "El panel está espléndido", dice, "la parroquia se divierte. Tenemos unos telediarios que son muy dignos. La gente trabaja y mucho. Tenemos un estándar internacional de oferta. TVE es una de las 10 mejores televisiones del mundo. Y digo 10: Estados Unidos, Reino Unido República Federal de Alemania y, en seguida, nosotros". Enrique Vázquez entrevistó más tarde al presidente del Gobierno, Felipe González. La pierna izquierda de Vázquez bailaba, no se sabe si de nervios, en un desastroso plano del cámara que logré contagiar a la audiencia el meneo del entrevistador.

10.000 horas extras

Antonio Matilla, el jefe de planificación de la producción de los Servicios Informativos, ratifica la evidencia del esfuerzo laboral. Estima que en la noche electoral se hicieron en TVE 10.000 horas extras de trabajo, con 1.350 trabajadores por toda España. TVE presupuestó el programa en aproximadamente 62 millones de pesetas, a los que habrá que sumar alrededor de 30 millones de pesetas por los costes excepcionales del personal fijo, si bien desde jefes de servicio hacia arriba no perciben gratificación extra. La producción ha sido, de todas formas, más racional y ajustada que en anteriores ocasiones.Antonio López, Enrique Vázquez, Ramón Colom y los hombres del director técnico de TVE, Gabriel Barrasa, tienen razones para sentirse satisfechos del resultado. Ocho horas y media en directo son un reto considerable, probado con éxito por el anterior director de los Servicios Informativos, Juan Roldán. TVE desplegó toda su maquinaria al servicio de la información. El realizador Maurício Rico, auxiliado por otros 11 realizadores desde el pirulí, peleó con las 26 señales distintas de imagen y sonido que procedían de toda España. Los primeros fallos en las conexiones de sonido con el Norte -País Vasco, Cantabria y Asturias- fueron corregidos y las señales entraron como no suelen entrar en los telediarios.

Luis Mariñas, el conductor, aguantó todo el programa con un serio problema de salud, calcificación intestinal, y demostró su dominio del medio. Junto a algunas buenas entrevistas de Manuel Campo y Rosa María Mateo se incluyeron mesas que quebraron el ritmo del programa: demasiados invitados para hablar de los sondeos electorales; el coloquio con los urbanistas, las últimas opiniones de algunos cantantes.

Hubo un momento en que se vino abajo la atención, según la mayoría de las personas responsables del programa: la larga intervención del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, hacia la medianoche. Guerra habría salido favorecido si los responsables de la imagen hubieran arriesgado uno o dos cortes. Alguien comentó, con cierta pedantería, que en aquel momento se había roto el clímax. También fue prolijo el tratamiento visual que se dio al sondeo del voto declarado elaborado por la propia TVE, a pesar del esmero en las caretas, similares por lo visto a las utilizadas por la televisión francesa.

Ricardo Visedo, jefe de planificación del Ente Público, también puede estar satisfecho. Visedo, que ya había dirigido con éxito sondeos de jornadas electorales para la Administración, se apuntó otro tanto para TVE, que por, primera vez ofrecía datos propios.

Los resultados de las dos muestras de voto declarado y voto de recuento, recogidas en 807 mesas de 50 capitales, se ajustaron con escasos márgenes de error a los resultados oficiales del Ministerio del Interior. TVE tenía sus datos con cierta anticipación sobre los de Interior, aunque sólo los difundió después de la intervención del ministro.

Fue una pena que el dibujo animado de Peridis se emitiese tan tarde, a las 3.45 de la madrugada. La imagen de Enrique Tierno bailando un chotis sobre un madroño después de recibir el cañonazo que le dispara Manuel Fraga utilizando a Verstrynge como proyectil interceptado por Felipe González sobre la columna, fue una creación genial. El alcalde de Madrid le puso un pie en vivo y en directo: "Esto es salud".

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