Superada la etapa de inestabilidad
José María de Miguel, próximo presidente de la comunidad autónoma de La Rioja, estaba convencido del triunfo socialista a nivel autonómico. Sin embargo, su gran incógnita era saber si iban a alcanzar la mayoría absoluta para gobernar en solitario. La sombra del Partido Riojano Progresista como grupo bisagra o árbitro de la vida autonómica se desvaneció al alcanzar los socialistas 18 de los 35 escaños en el Parlamento regional. Esta situación permitirá formar rápidamente un nuevo gobierno y proporcionará estabilidad a la institución autonómica, de dificil gobernabilidad durante el pasado período provisional.Con un índice de participación muy próximo al 70%, los socialistas han obtenido el 47,3% de los votos, por el 40,3% del Grupo Popular y el 7,5% del Partido Riojano Progresista. Comunistas y CDS, que no llegan al 3% de los votos, se convierten en extraparlamentarios.
Las primeras palabras de José María de Miguel eran de ofrecimiento a los demás partidos para participar en la construcción de la autonomía, aglutinando a la oposición en un esfuerzo común. Las declaraciones del secretario general de los socialistas riojanos, Ángel Martínez San Juan, eran por el contrario mucho más duras, señalando que "si la coalición popular va a continuar en los mismos términos de agresividad que durante la campaña electoral es dificil que colalboremos con ellos e impondremos nuestra mayoría".
La coalición AP-PDP-UL, que ha sido la gran derrotada en esta región en la que aspiraba al triunfo, ha interpuesto recursos de forma generalizada contra la candidatura autonómica socialista, en la que figuraba como número 16 el alcalde en funciones de Cenicero, Antonio Martínez Tricio, contra cuya presencia ha interpuesto recurso contencioso administrativo.
