Continúa la euforia compradora en la bolsa norteamericana, rompiendo todos los pronósticos

Los mercados de valores norteamericanos continuaron manteniendo su trayectoria alcista a pesar de que en los primeros compases de la semana se llegó a pensar que al fin se hacía realidad el tantas veces anunciado reajuste técnico de los valores industriales y de servicios, después de las continuas mejoras que habían registrado en las últimas sesiones. El pasado lunes día 2, en Wall Street, el Dow Jones (índice de los principales valores industriales) perdía 21,87 puntos, con un cierre a 1.204,33. Según algunas versiones el causante del retroceso, pudo ser uno de los analistas más prestigiosos del mercado, John A. Mendelson, de la Morgan Stanley and Co. que vaticinó, en la semana precedente, que los índices del New York Stock Exchange habían tocado su techo máximo para todo el año 1983.Sin embargo, la realidad dejaría, una vez más, en mal lugar el vaticinio de los más prudentes; aquellos 1.204,33 puntos del Dow Jones marcaban su posición más baja de la semana, y a partir de la misma, día tras día, recuperó posiciones, para terminar marcando, con toda probabilidad, nuevo máximo nivel histórico. Con 1.226,20 puntos, el viernes 29 de abril, este indicador de los precios del mercado de renta variable neoyorquino se situaba en la cota más elevada de todos los tiempos. Siete días después, mediada la sesión del pasado viernes, el Dow Jones se situó por encima de los 1.237 puntos.

Realización de benericios

En el curso de la persistente y extremada tendencia al alza que hoy domina en Wall Street han de producirse reacciones y ajustes por realizaciones de beneficios como consecuencia de la esporádica influencia negativa de alguna noticia de signo poco favorable, puesto que no hay movimiento alcista sin dientes de sierra, según se pone de manifiesto en el informe semanal de la compañía de intermediación Drexell.

Sin embargo, y aun en el caso de que se hiciera realidad el ajuste negativo de 100-150 puntos tantas veces pronosticado, ello significaría, todo lo más, una baja del 10% en el valor medio de los títulos industriales y de servicios, de menor cuantía que las alzas acumuladas.

Hay que suponer que un reajuste de tal entidad sería aprovechado por los inversores, que hoy lamentan que su exceso de prudencia les haya hecho perder una ocasión que difícilmente puede repetirse, puesto que en las bolsas de valores son poco frecuentes los movimientos alcistas de intensidad similar a la que ha tenido lugar en Wall Street en el curso de los últimos nueve meses. Baste recordar que el 13 de agosto de 1982, el Dow Jones estaba en 792,79 puntos y que el 6 de abril de este año (hace exactamente un mes), en 1.113.49.El pasado viernes este indicador se situaba por encima de los 1.237,00 puntos.