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Marruecos estudia medidas urgentes para hacer frente a la crisis financiera.

El Consejo de Ministros marroquí acaba de nombrar una comisión interministerial de urgencia encargada de proponer al rey Hassan II las medidas urgentes para hacer frente a la grave crisis financiera de¡ país y a la económica, agravada por el virtual paro técnico que desde marzo se ven obligados a implantar gran número de industrias que dependen del exterior para sus suministros de materias primas.

En efecto, el 10 de marzo pasado el Ministerio de Comercio tomó la decisión, francamente impopular entre industriales y comerciantes pero insoslayable según el Gobierno, de someter al régimen de autorización previa todas las importaciones de Marruecos. La decisión estaba motivada por la incapacidad en esos momentos de hacer frente a los pagos externos de Marruecos. A final de septiembre de 1982 las reservas en divisas del país se elevaban tan sólo a 97 millones de dólares, lo justo para hacer frente a dos semanas de importaciones. En marzo, el nivel había descendido aún más y, según algunos expertos, no alcanzaba para cubrir más de tres o cuatro días. Al margen de ello, Marruecos se veía en la necesidad de hacer frente, o correr el riesgo de un descrédito internacional, a ciertas obligaciones por empréstitos contraídas.Las medidas del Ministerio de Comercio han tenido como consecuencia inmediata que, una vez agotadas determinadas existencias de materias primas, numerosas empresas se ven obligadas a imponer un parcial o a veces total paro técnico. El periódico Al Ittihad al Uatania, próximo a los sindicatos, afirmaba en su número de 21 de abril que hasta el 12 de ese mismo mes, Úesde principios de año, habían cerrado ya un total de doce empresas, con 2.563- obreros entre todas ellas, un número que, dadas las proporciones de empleo en Marruecos, es apreciable.

Desde, la fecha indicada para acá la situación se ha agravado fundamentalmente en los talleres de reparación del parque automovilístico, lo cual, a su vez, entraña un serio riesgo de parcial paralización del transporte por carretera. El Ministerio de Comercio se ha visto obligado recientemente a liberalizar sus draconianas condiciones y conceder autorizaciones de importación, con carácter de emergencia, pero hasta un total de 60 pesetas con licencia, lo cual fue estimado como absolutamente insuficiente por los importadores.

Una importante especulación ha sido la consecuencia secundaria, pero importante, de esa medida, y los precios se han disparado para los artículos de importación lo que aumenta la inflación.

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