La guerra les quita el sueño.
Durante su primera noche en Líbano, George Shultz apenas pudo pegar ojo. Un intenso duelo artillero entre los socialistas drusos y milicias cristianas hizo que algunos proyectiles cayeran a escasos metros de la residencia del embajador norteamericano, donde dormía. La residencia se encuentra junto al palacio presidencial de Baabda, donde pocas horas antes había sido tomada esta foto en la que aparecen Shultz (izquierda), el presidente libanés, Amin Gemayel, y Philip Habib, de espaldas.
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