Habrá austeridad

El Gobierno ha tomado buena nota del tema de los salarios de la Federación Española de Fútbol. El asunto no va a quedar en el olvido y se va a exigir, por los caminos legales, una revisión de la situación actual. Se sostiene la tesis de que un organismo oficial no puede basarse en los precios de mercado que rigen para la empresa privada. El Consejo Superior de Deportes está preparando un informe jurídico para adecuar económicamente el funcionariado federativo a la Administración.Los casos más complejos son los del secretario general, Agustín Domínguez, y el de Miguel Muñoz, seleccionador nacional, y demás técnicos. Por la vía del ejemplo se aduce que Francisco Fernández Ordóñez, presidente del Banco Exterior de España, no percibe el dinero de quienes ocupan idénticos cargos en la banca privada. Los sueldos federativos, por tanto tendrán que estar de acuerdo con la política de austeridad.

La fórmula de que en el caso de Muñoz se le pague sólo una parte de los presupuestos generales y la otra, de los recursos propios de la Federación, no se va a consentir porque ello sería aceptar la existencia de las cajas negras. Para los empleados el problema será más simple porque probablemente se les congelarán los salarios hasta que estén en plano de igualdad con los similares en la Administración pública. La Federación ha iniciado la política de cinturón apretado con las camisetas de los jugadores internacionales.