Intensa presión socialista para arrebatar al partido comunista la alcaldía de la ciudad de Córdoba
La lucha por la alcaldía de Córdoba se presenta hasta el momento como el frente más caliente de la batalla electoral en Andalucía. Los sondeos parecen ofrecer posibilidades de reelección al comunista Julio Anguita, y el PSOE está dispuesto a volear en esta ciudad toda su artillería pesada. Hoy acudirá Tierno Galván; el día 2, Rafael Escuredo; el 3, Manuel Chaves, y el 6, el mismísimo Alfonso Guerra, que cerrará campaña allí.
Con pocas posibilidades en Montilla, de dominio comunista, y en Lucena, plaza de AP, el PSOE podría incluso verse en dificultades para alcanzar el dominio en la diputación si perdiera Córdoba. El reciente paso triunfalista de Gerardo Iglesias por la ciudad califa¡, en la que anunció un sondeo según el cual su partido obtendrá el 60% de los votos, ha despertado sin duda la inquietud del PSOE, que pese a haber ganado con gran distancia en la ciudad en las últimas elecciones legislativas, en las que obtuvo 91.000 votos, contra 13.000 del PCE, parece temer que el carisma de Julio Anguita sea suficiente para cambiar la tendencia de voto en las municipales.Julio Anguita, único alcalde comunista de capital de provincia, es sin duda un personaje singular y con buena aceptación general en su ciudad. De la gestión municipal de estos cuatro años han quedado pendientes temas importantes, como el desvío de la circunvalación de la ciudad a la margen izquierda del Guadalquivir, para alejar de la parte más noble de la ciudad la procesión de coches que bajan y suben por la carretera de Andalucía. Igualmente ha quedado por resolver la renovación del tendido ferroviario, que ahora estrangula la ciudad, y la depuración de aguas del Guadalquivir.
El alcalde comunista esgrime como excusa para los asuntos pendientes la dificultad que ha tenido para gobernar en un ayuntamiento con ocho concejales comunistas, siete socialistas, otros siete centristas y cinco del PSA, y en un reciente mitin en la ciudad afirmó que si se hicieran ahora unos nuevos pactos de izquierda habría que firmarlos ante el fiscal del Reino, al tiempo que acusó a los socialistas de haber votado en varias ocasiones con UCD. De hecho, en una ocasión se llegó a la ruptura del pacto de la izquierda a consecuencia de una decisión precipitada de Julio Anguita, al firmar un crédito con la Caja de Ahorros sin autorización del pleno para la adquisición del edificio Provianco para un asilo de ancianos.
El calor de la campaña electoral en Córdoba ya pudo percibirse desde varias semanas antes de la precampaña, cuando la polémica sobre la utilización de unos locales en el barrio de San José Obrero envolvió a los cabeceras de lista del Partido Comunista de Andalucía y el Partido Socialista Obrero Español y fue tema de discusión en toda la ciudad. La corporación municipal pretende destinar los locales, comprados por el ayuntamiento al MOPU, a centro de prevención de la delincuencia juvenil. Los vecinos del barrio no quieren, e incluso discuten la titularidad de los mismos, por estimar que ha faltado el requisito de la ocupación por parte del ayuntamiento.
El cabecera de lista del PSOE, Martínez Borjkman, cualificado abogado laboralista, con un largo historial de defensas a militantes del PCE ante el TOP (Tribunal de Orden Público), es el asesor jurídico de la asociación de vecinos del barrio mencionado. El enfrentamiento resultó fuerte, y el alcalde Julio Anguita, que se apoyaba en la legalidad, acusó a su rival de haberse situado en un posicionamiento electoralista.
Estos días se ha resucitado también el viejo enfrentamiento entre Anguita y el obispo de la ciudad con ocasión del intento de aquél de recuperar el convento de Santa Clara, antes mezquita de Abu Outman, para el culto islámico. Julio Anguita acaba de editar un libro que lleva por título Textos y discursos, en el que recoge, entre otras muchas cosas, su carta al obispo de la ciudad en réplica a la reacción que éste tuvo contra el proyecto, y eso no ha sentado nada bien en medios eclesiásticos.
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