El PSOE y AP reanudan las conversaciones para renovar el Tribunal Constitucional
El presidente del Gobierno, Felipe González, y el dirigente del principal grupo de la oposición, Manuel Fraga, se reunieron ayer en un almuerzo propiciado por el presidente del Congreso de los Diputados. La expectación ante este encuentro González-Fraga giraba en torno a la posible negociación sobre la renovación parcial de miembros del Tribunal Constitucional y la elección de un nuevo Consejo de Administración de RTVE.
El presidente del Gobierno dijo, al término del almuerzo, que no se había tratado ningún asunto en profundidad, y que, en consecuencia, no habían hablado de los citados anteriormente, "aunque son temas que habrá que resolver pronto". Sin embargo, Peces Barba mantendrá hoy una reunión sobre estos temas con Herrero de Miñón y Sáenz de Cosculluela."Probablemente no será el clima de la campaña electoral el más propicio para hablar de cuestiones en profundidad", afirmó el presidente del Gobierno al término del almuerzo. Pese a esta declaración, el presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, comunicó a EL PAIS que hoy mantendrá una reunión con Miguel Herrero de Miñón, portavoz del Grupo Parlamentario Popular, y con Javier Sáenz Cosculluela, presidente del Grupo Socialista, para "ver en qué situación estamos" respecto de los dos temas antes citados, y "si se podría celebrar la votación en estos próximos días". Peces-Barba insistió reiteradamente en el carácter institucional del encuentro, preparado por él, entre el Gobierno y la oposición, y negó que deba necesariamente ser el Parlamento el escenario adecuado para este tipo de cumbres.
Felipe González resumió el espíritu que animó su encuentro con Fraga diciendo que "se está distorsionando el carácter de esta prueba electoral". Las declaraciones del jefe del Gobierno y las del jefe del partido mayoritario de la oposición resultaron notoriamente conciliadoras, en relación con el tono agresivo con el que ambos inauguraron la presente campaña.
El presidente del Gobierno opinó que no se debe mantener el tono de agresividad con el que comenzó la campaña, negó que sus palabras de la pasada semana en Zaragoza hubiesen supuesto un ataque a la derecha, y dijo que el Gobierno "debe seguir gobernando" en este período electoral, y que, por tanto, los ministros no deben repartirse por las provincias para hacer campaña. "Yo mismo espero mantenerme en el papel de presidente del Ejecutivo; no soy candidato y me voy a mantener distanciado de la campaña".
Por el mismo motivo, Felipe González sugirió que no aceptará el reto lanzado por Fraga para que mantengan un debate en TVE. "Este es un tema que no se ha planteado en mi encuentro con el señor Fraga. El debate tendría sentido sólo si los dos fuésemos candidatos a algo en estas elecciones".
Felipe González, lo mismo que luego hicieron Fraga y Peces-Barba, resaltó el carácter institucional de este encuentro, que se produjo, exactamente una semana después de que Fraga criticase el escaso ánimo de Felipe González de mantener sus prometidos encuentros periódicos con la oposición.
Muy diferente fue la actitud de Manuel Fraga con los periodistas. Quizá temiendo que le abordasen para preguntarle por el caso Almirón, tema que se viene negando a comentar reiteradamente, el presidente de AP se limitó a decir que la comida había sido "muy grata, muy fecunda en el plano político", y que se había acordado un sistema de colaboración en lo esencial, "con una coincidencia en lo fundamental". A continuación, repitiendo "y no tengo nada más que decir", se lanzó escaleras abajo, no permitiendo que se le hiciese ni una sola pregunta.
