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Fernando Baeza, Emilio Menéndez y Jorge de Esteban, probables embajadores "políticos'

Tres nuevos nombramientos de embajadores políticos, Fernando Baeza en Estrasburgo, Jorge de Esteban en Roma y Emilio Menéndez del Valle en Amman, están en trámite de solicitud de placet, mientras se buscan candidatos para otras dos importantes sedes diplomáticas, la de Buenos Aires y Bruselas, que han sido ofrecidas sin éxito a diversas personalidades socialistas.

El cuadro de designaciones diplomáticas, que ha suscitado críticas y descontentos, presenta un blanco muy llamativo, el referente a Naciones Unidas, donde nada trasciende sobre la sustitución de Jaime de Piniés que, en su segunda etapa en la sede de la ONU, lleva en Nueva York desde el 17 de agosto de 1.973.El último Consejo de Ministros, celebrado el pasado día 13, acordó el nombramiento de Joan Reventós, secretario general de los socialistas de Cataluña, como embajador en París, ciudad donde Raúl Morodo ocupará la representación permanente ante la UNESCO. La historia de la embajada en París ha tenido una larga tramitación. Al menos dos conocidos políticos, Enrique Múgica y José María Benegas, rechazaron el ofrecimiento de ocupar esa sede diplomática.

Sonó también con insistencia el nombre de Jesús Aguirre, duque de Alba, para París. La secuencia real de los hechos se inició con una llamada del ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, al duque de Alba, para ofrecerle la embajada en Bonn. Jesús Aguirre declinó la invitación, tal vez convencido de que si algún sentido tenía que los duques de Alba ocuparan una embajada era precisamente el del papel de representación social que podrían desempeñar, pero no en una capital como Bonn, que carece de ambiente para esa función. El ministro Morán, antes de terminar la referida conversación, señaló que París estaba también sin cubrir. Entonces Jesús Aguirre apostilló que la embajada en la capital francesa sería otra cosa. La cuestión quedó en el aire, y el duque de Alba aclara a EL PAÍS que se mantuvo desde entonces "herméticamente abierto, por utilizar la expresión de Galdás en Fortunata y Jacinta".

Críticas

Las críticas que se escuchan en los pasillos del Palacio de Santa Cruz subrayan también como desaciertos la destitución de Salvador Bermúdez de Castro de la embajada en Santiago de Chile, la de Emilio Martín que abandona Bogotá, y la de Emilio Cassinello que regresará inflexiblemente de México castigado.Frente a la actitud implacable que algunos ven en estos y otros ceses, se destaca el mantenimiento de los nombramientos acordados en el último minuto por el Gobierno anterior. Y todos llaman la atención sobre el destino reservado a quienes ocupaban los cargos de más confianza política con Pérez-Llorca. Los casos que más se repiten son los de Raimundo Bassols, que llega a Rabat desde la Secretaría de Estado para las Relaciones con la CEE; Miguel Aldasoro a Brasilia desde la subsecretaría de Pesca; Nuño Aguirre de Cárcer, a la Santa Sede desde Washington; y Gabriel Mañueco, a Washington desde la Secretaría de Estado del Ministerio.

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