Jordi Pujol basa la campaña municipal de Convergència i Unión y de Ramón Trias en la crítica a la 'hegemonía socialista'

La lucha contra "el intento de llevar a todas partes la hegemonía socialista", la conceptuación de la contienda electoral por Barcelona como una plataforma de consolidación autonómica y un fuerte ataque a la gestión de Narcís Serra al frente del Ayuntamiento de la capital catalana fueron los tres ejes del mítin de apoyo al alcaldable nacionalista Ramón Trias Fargas que pronunció ayer el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, en su calidad de secretario general de Convergéncia Democrática. En el acto intervinieron también el propio Trias, Miquel Roca y el concejal unionista Francese Borrell.Jordi Pujol realizó una ácida crítica de la "actitud hegemonizadora" de los socialistas, que se ejemplifica, en su opinión, en "una manipulación de la televisión, tanto en Madrid como en Barcelona, y lo subrayo, más escandalosa que nunca"; en la "gran inmoralidad y auténtica vergüenza de pretender cambiar el Tribunal Constitucional porque ha cambiado el Gobierno" central y en la manía (socialista) "de que en todas partes hay franquistas, y a la postre se los encuentran en el Gobierno".

Tras insistir en que CiU es la punta de lanza para romper ese hegemonismo, al menos en Cataluña, puesto que las huestes de Fraga pecan de anticatalanismo, excesivo conservadurismo y falta de base electoral suficiente, Jordí Pujol se lamentó de que Ias cosas van mal" desde el punto de vista autonómico y afirmó que la elección de Ramón Trias como alcalde sería un logro para consolidar el proceso autonómico y evitar que el Ayuntamiento de Barcelona sea utilizado como fuerza de choque contra las instituciones catalanas, "como lo fue contra el Gobierno central" cuando en éste mandaba el centro.

Pujol puso como ejemplo de las dificultades del proceso autonómico la negativa gubernamental a traspasar el INEM y el contencioso de las valoraciones, pero donde hizo mayor hincapié fue en el asunto del tercer canal de televisión: "Si en este asunto también se nos equipara con La Rioja", dijo, "habremos llegado al fin. Una lengua sin televisión es una lengua en precario. Si ocurre esto tendremos que llegar a la conclusión de que estamos ante un Gobierno radicalmente anticatalán", dijo con énfasis, si bien señaló que no había que precipitarse y que convenía "agotar todas las posibilidades de negociación".

Previamente a esta intervención, el alcaldable Trias Fargas, había propugnado como líneas de actuación convergente la "recuperación del prestigio de Barcelona" a través de la mejora de la calidad de vida y de "la catalanización, entendida en el sentido de impulsar las virtudes tradicionales de los catalanes, como el asociacionismo"; la generación de riqueza y puestos de trabajo, por ejemplo a través de promociones turísticas; y una mejor distribución del bienestar y de las cargas fiscales, sobre las que insistió en la queja de que la capital catalana fuera la ciudad de impuestos municipales más altos de toda España.