Fernández Ordóñez niega que el Exterior haya hecho gestiones

El presidente del Banco Exterior, Francisco Fernández Ordóñez, negó ayer a EL PAIS que la entidad por él presidida hubiese proyectado, hasta el momento, hacerse con el grupo Catalana o con parte de él: "Ni siquiera lo hemos estudiado como hipótesis de trabajo", afirmó tajantemente, lo que contradice diversas afirmaciones vertidas en varios órganos de expresión.La argumentación del presidente del Exterior, entidad de capital mayoritariamente público, consiste en que el banco tiene ya marcada su línea de expansión y que "la zona catalana está en perfecta línea de acomodo a la general. Tenemos", afirmó, "el 16% de la actividad del banco en Cataluña, la cuarta parte del descuento de papel comercial y un índice de impagados muy inferior a la media, y el programa de apertura de oficinas, de cuatro al mes, atribuye una especial importancia a esta zona", razones por las cuales el Exterior no ha tornado ninguna iniciativa respecto a Catalana.

Otra cosa es que el Gobierno nos indique que estudiemos este asuirito en el futuro, en el caso de que el grupo saliese a concifrso público", dijo el presidente del Exterior. "Pero la política del banco es considerar como inexistentes estos temas mientras el Gobierno no indique lo contrario". Y añadió: "Rechazo todas las intoxicaciones al respecto".

Fernández Ordóñez replicaba así a las versiones según las cuales él habría sido el difusor de un planteamiento sobre Banca Catalana consistente en el futuro despiece del grupo y su reparto entre el Banco Exterior y el crédito oficial, en lo que se interpretaba como un intento de expansión pero sin acarrear los activos menos florecientes. La circulación de estas versiones ha molestado significativamente a la autoridad monetaria, empeñada desde hace varias semanas, a través del Fondo de Garantía de Depósitos, en colocar el grupo a una entidad catalana.

El mentís del presidente del Exterior se refirió explícitamente aun despacho de agencia según el cual la entidad por él presidida estaría manteniendo conversa ciones con el Fondo para prepa rar una oferta, de compra de los bancos comerciales (Catalana Gerona y Barcelona) del grupo compra que se inscribiría en la política de expansión del Banco Exterior, recientemente intensificada mediante la adquisición del Banco de Alicante, también de la órbita Catalana.

El citado despacho, que se atenía a "fuentes autorizadas" del Banco Exterior, indicaba que esta política sería producto del deseo de sus responsables de mejorar su situación en el ranking español, donde ahora ocupa el octavo puesto. La adquisición de las tres fichas indicadas (con unos volúmenes de depósitos de 6.00 millones en el caso del Banco de Barcelona, de 540 en el del Banco de Barcelona y de 88.000 millones para Banca Catalana) permitiría al supuesto adquirente avanzar posiciones en la carrera del ranking, y aumentar notablemente su número de oficinas, sobre todo en Cataluña.

El surgimiento de estas versiones periodísticas ha sido contemporáneo a la aceleración de las negociaciones del Fondo con la Caja de Pensiones para la venta de Catalana.