Moncloa: una 'fábrica de información' que se retrasa

Si Eduardo Sotillos logra hacer realidad su sueño, el complejo de la Moncloa puede contar, hacia el próximo otoño, con un complejo informativo no muy alejado de los modelos de la Casa Blanca. Al tomar posesión de su cargo como portavoz gubernamental, Sotillos expresó su deseo de acondicionar salas para los periodistas que sigan la información de la Presidencia, con servicios de comunicación, télex, etcétera. También se habló de "agilizar las referencias del Consejo de Ministros" y, desde luego, de dotar de mayor transparencia las peculiares estructuras informativas de La Moncloa.Cuatro meses después, el centro de prensa sigue sin concretarse, si se exceptúa un mínimo acondicionamiento de la sala de conferencias, de la que ha desaparecido una profesoral tarima y en la que se han aclarado los anteriores tonos grisáceos. La nueva puesta en escena fue ensayada, con éxito, en la conferencia de Prensa que con motivo del balance de sus cien primeros días al frente del Ejecutivo dio Felipe González.

Pero, al margen de estos modestos cambios, de alguna incorporación reciente a la estructura de la oficina del portavoz -para compensar la pérdida de otros profesionales, llamados a nuevos destinos- y de un proyecto para sacar en breve una revista mensual (España Hoy, que será dirigida por Salvador Jiménez), la macroestructura soñada por Sotillos no ha comenzado a rodar. Cierto que se ha adelantado en una hora la referencia tras los Consejos, cierto que se ha aumentado el número de comparecencias de ministros a la habitual referencia-rueda de Prensa; sin embargo, las ambiciones iniciales parecían mayores.

La falta de medios y de espacio, el tener que multiplicarse durante doce horas diarias para apagar todos los fuegos, ha puesto sordina, hasta ahora, a la proyectada ofensiva informativa del portavoz.