'Fresas salvajes', el paraíso perdido
El viejo profesor Isak Borg es un hombre egoísta, duro, solitario. Con motivo del homenaje que se le ofrece en la universidad de Lund, emprende viaje en un mal día, acompañado de su nuera: el profesor ha dormido mal, ha soñado con su propia muerte, se encuentra incómodo. Vuelve a soñar en el coche, tras visitar, de pasada, algunos lugares de su juventud, concretamente aquel donde, recogiendo fresas salvajes, vivió su primer fracaso sentimental.Pero la realidad le llama. Su nuera no está dispuesta a soportar la postura gélida y egoísta con que el profesor se plantea los últimos años de su vida, y aprovecha el viaje para hacérselo saber, poco después de haber tenido que expulsar del coche a una pareja de autoestopistas que discutían violentamente sobre Dios. Llegan a la universidad, y el profesor, tras ser halagado, se encuentra de nuevo solo con sus sueños eternos.
Son muchos los críticos que consideraron Fresas salvajes (1957) como la mejor película del cineasta sueco Ingmar Bergman. Empeñados los católicos en demostrar una vez más la fe religiosa de Bergman, escudriñaron la película buscando datos objetivos para su demostración.
Decía, por ejemplo, Carlos Fernández Cuenca que en la conversación, en el coche, del enfadado matrimonio, "hay en Fresas salvajes, a mi juicio, un elogio de la doctrina católica: según el marido, su catolicismo le ayuda a soportar a su desagradable esposa, lo cual quiere decir, sin lugar a dudas, que el catolicismo es comprensión y da conformidad: si Alman no fuera católico habría roto ya su difícil y amarga convivencia".
Los críticos independientes consideraron Fresas salvajes atendiendo a sus aspectos fundamentales: 'Parte del carácter ambicioso de Fresas salvajes radica en la utilización de los personajes para expresar resumida mente el movimiento de la sociedad desde finales del pasado siglo", dijo su biógrafo inglés Robin Wood.
Miquel Porter Moix, por su parte, consideró que esta película es "fundamental para la comprensión de toda la obra de Ingmar Bergman.( ... ) Filme complicado en su estructura, es, sin embargo, sencillo en su prístina significación: al final de la vida se considera cuanto le ha ocurrido, y el hombre es puesto ante sí mismo ( ... ) El problema plantea do por Bergman es común entre los hombres de nuestro siglo: seres que triunfan en apariencia, ya en su profesión, ya en la posisión social y económica, renúncian a la vida casi sin darse cuenta(...) Objetividad y subjetividad se mezclan incesantemente en el trabajo de la cámara y dan luna idea concreta del conocimiento humanístico".
Una de las sorpresas que aportó Fresas salvajes se debió a su protagonista principal, Víctor Sjostrom, el más prestigioso director del cine sueco mudo (La carreta fantasma), que aceptó el papel que Bergman le ofrecía y con el que realizó uno de sus más brillantes trabajos cinematográficos.
Fresas salvajes se emite hoy, a las 21.35, por la primera cadena.
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