Gerardo Iglesias aprovechará la campaña electoral para afianzarse al frente de la dirección del PCE

Los responsables del Partido Comunista de España (PCE) tienen previsto utilizar al máximo la imagen de su secretario general, Gerardo Iglesias, en la próxima campaña para las elecciones municipales y autonómicas, donde el PCE "se juega prácticamente la supervivencia", según fuentes de la ejecutiva comunista, que conflan en una "ligera recuperación" en estos comicios. Gerardo Iglesias, quien ya ha comenzado sus viajes a provincias -este rinde semana visitó Murcia-, aprovechará la campaña para, de paso, afianzarse al frente del partido, cuyas estructuras se resienten de las divergencias mostradas por el ex secretario general Santiago Carrillo con el nuevo equipo.

Según Iglesias, el PCIE ha iniciado un período de recuperación, tras la conferencia nacional renovadora celebrada el pasado mes de diciembre, que, según revela un sondeo filtrado desde la sede central del PCE y realizado la misma semana en que el Gobierno expropió Rumasa, se traduciría en una subida de algo más de dos puntos en las municipales respecto al descalabro electoral del 28 de octubre, con unas expectativas de desplazamiento de voto del PSOE al PCE del 4%.No obstante, existe en la actual ejecutiva del partido una honda preocupación sobre los efectos que pueda tener la actitud de Carrillo ante el proceso renovador emprendido por Gerardo Iglesias y su equipo (el vicesecretarlo general, Enrique Curiel; Simón Sánchez Montero, Marcelíno Camacho y el responsable de Prensa, Andreu Claret, fundamentalmente, contando con un cierto apoyo de Nicolás Sartorius). Las reticencias del ex secretario general, Iniciadas con su ostensible ausencia de las dos primeras sesiones de la conferencia nacional de diciembre, quedaron aún más al descubierto cuando, el pasado domingo, con ocasión de un acto conmemorando el centenario de la muerte de Marx, Carrillo pronunció un discurso considerado 'Tuera de onda" por los actuales dirigentes. Ni Iglesias, ni Curiel, ni Sánchez Montero, ni el sindicalista Marcelino Camacho, presentes en el acto, aplaudieron algunos pasajes del discurso carrillista, que encendió el entusiasmo de los asistentes de mayor edad.

Algunos de los hombres próximos a Gerardo Iglesias confiesan desconocer el alcance de los propósitos de Carrillo. Este se limita a asistir a las reuniones de los comités ejecutivo y central -aunque del último, celebrado la semana pasada, se ausentó, junto con el ex secretario de organización del partido, Jaime Ballesteros, antes de que fuese aprobado un documento de Iglesias sobre las relaciones con el Gobierno-, pero no mantiene otro tipo de encuentros con Iglesias, quien fue su hombre de confianza hasta que decidió proponerle como su sucesor a comienzos de noviembre.

Las mismas fuentes insisten en que "no se ve la suficiente colaboración" con el nuevo equipo por parte de hombres próximos a Carrillo, como el propio Ballesteros, Adolfo Piñedo o Julián Ariza. Igualmente, algunas tesis defendidas en los últimos números de Mundo Obrero, del que es responsable Armando López Salinas, parecen haber contrariado sensiblemente al equipo Iglesias. Responsables de la ejecutiva comentaron en privado a este periódico sus temores respecto a los efectos que para la imagen del partido pudiera tener cualquier nueva disidencia.

Los actos de la próxima campaña son planificados por la comisión nacional electoral, presidida por el vicesecretario general, Enrique Curiel. Según se informó a este periódico en fuentes solventes, nadie en la comisión electoral piensa vetar la participación de Carrillo en la campana, y en consecuencia, éste podrá intervenir en los actos donde sea requerido desde las agrupaciones provinciales y regionales.

Uno de los temas puntuales de la próxima campaña electoral en el que existe discrepancias entre el ex secretario general del PCE y el actual es el que se refiere a las críticas al Gobierno socialista. Mientras Santiago Carrillo prefiere no poner tope a dichas críticas, el equipo de Iglesias prefiere moderar sus ataques al Ejecutivo, pensando sobre todo en los posibles pactos poselectorales en ayuntamientos, diputaciones y Gobiernos autonómicos. Por lo demás, el PCE afronta las próximas elecciones con la esperanza de poder concurrir a un 60% de municipios, es decir, cubriendo el 87% del censo electoral.

La campaña, además de insistir en la nueva Imagen que se pretende desde la elección de Gerardo Iglesias, aprovechará para transmitir un mensaje de superación de "viejas rémoras y viejos clichés", entre ellos Paracuellos del Jarama.

Del resultado de las municipales dependerá lo que ocurra en la previsible dialéctica que se abrirá tras el 8 de mayo, y que desembocará en el congreso nacional extraordinario del PCE, a celebrar probablemente en noviembre. Factores importantes serán la actitud que adopte Carrillo a partir del próximo 8 de mayo hasta la celebración del congreso, y del grado de apoyo que manifieste al nuevo secretario general una de las figuras clave del partido, el siempre en la reserva Nicolás Sartorius

Postrado en cama tras haber sufrido una lesión jugando al tenis, y dedicado a su bufete profesional, Sartorius parece haberse apartado de la primera línea de acción del PCE. Tampoco los dirigentes del PSUC catalán se han volcado, hasta el presente, en una fervorosa acción pro-Iglesias, por más que tampoco parecen contrarios a sus propuestas modernizadoras.